Jitanjáfora

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Aclamada mas sin desear saltar de una mente a la otra, anhelando silenciar toda clase de murmullos nocturnos.  Recita fuerte y clara tu poesía, jitanjáfora gritada por el alma que en desasosiego se queda, silenciosa en el grito. Muda en la calma.

Barbaridades terrenales, sincronías celestiales. Antes y después, como una luz que se rescata en el parhelio. Buscar un subterfugio ante la situación que contundente se planta frente al pensamiento. Nada… queda nada… Brillante y obscura en su total ser, que es nada.

Ambigüedad que alucina entre una muchedumbre que corre hacia la ola regalada por el océano, iluminada por los rayos del sol que se despide de la arena marcada por las pisadas de quienes desaparecerán, antes o después, pero todas sin excepción.

¿Qué es, oh dulce sabor de la gota salada que el mar me regala, este deseo que trémulo me invade, sin precisar me deleita y acaricia el recuerdo en una suave remembranza?

Nada … que de todos modos, la nada es lo más parecido a la eternidad.

diciembre 28th 2016 Joyas de todos los días

Del arrebol de la tarde, al conticinio

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Esperaba, como conticinioquien espera que las nubes grises se disipen y vuelvan a iluminar el camino los rayos del sol; como cuando se evapora la bruma en un frío amanecer; como cuando se abre la mano para recibir una gota de rocío colgada de un geranio.

Esperaba, como para ponerle una nota de color distinto al lienzo que comenzaba a desteñirse por la ausencia de su luz. Esperaba y esperaba… hasta que soltó las amarras y decidió zarpar sola. A fin de cuentas, lo único que necesitaba, lo tenía guardado en el bolsillo más pequeño de su corazón.
Así que, sin prisa, pero sin pausa, se dio a la aventura.

Sempiterno le pareció el suspiro que dejó salir, dejando que la nostalgia lo acompañara mientras el arrebol del cielo enmarcaba su deseo. El tiempo pasó, los suspiros se transformaron en lágrimas y las lágrimas en sollozos que se perdieron en susurros poco antes del conticinio.

Peregrinar azul…

Una bruja

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Es curioso, pero las mujeres prefieren que se les vea como diosas, como princesas, como hadas. Sienten que la comparación con esos seres la hace más encantadoras, más bellas, más atractivas y por lo tanto, podrían ser más amadas. Me pongo a pensar y … veo me parece que las diosas son perfectas, difícilmente un hombre estará a su altura; las princesas: bonitas y débiles, esperan siempre a un príncipe que las acompañe; las hadas no pueden dejar de brillar -dejarían de ser hadas. Pero las brujas… las brujas son la perfecta imperfección y toman ventaja de ello.

Una bruja sabe bruja-solarque el universo la modela. Una bruja sabe que todo lo que sucede a su alrededor está conectado en perfecta sincronía con la energía creadora y también comprende y acepta el hecho de que para poder crear, esa gran energía destruye y transforma, la destrucción es sólo una consecuencia, nunca un objetivo.

Una bruja no pretende ser mejor, ni desea ser más hermosa, ni teme que el tiempo pase y deje huellas, ¡al contrario! En cada uno de sus errores manifiesta deseos de superarse a sí misma, reconoce la belleza de su mágico ser interior, único e irrepetible y lo refleja en cada uno de sus movimientos.  El tiempo es su aliado, lo atesora y guarda cada momento permitiendo que se impregne en su ser todo el conocimiento que de él proviene. Una bruja es eterna, pues aunque su cuerpo perece, su espíritu florece en continuación. Más allá de todo lo que observa, encuentra lo bueno y positivo en cada situación, jamás pierde porque nunca piensa en ganar,simplemente actúa siguiendo ese soplo divino que no necesita explicación.

Sus palabras son siempre sinceras, verdades sin contaminación pues no piensan más allá de su sentir, sus miradas son profundas pues no se detienen en la materia que miran, sino que observan la energía que genera la vida que se presenta ante sus ojos. Caminan como si besaran la tierra que pisan y se mueven dejando que el espacio las acaricie.

Una bruja jamás usaría su conocimiento como un prendedor para decorar su ego, antes bien, guardará silencio para mantener en secreto su poder infinito.

Peregrina, ciclo 52.