Un hombre lleno de febrero,
ávido de domingos luminosos,
caminando hacia marzo paso a paso,
hacia el marzo del viento y de los rojos
horizontes -y la reciente primavera
ya en la frontera del abril lluvioso…-
Aquí, Madrid, entre tranvías
y reflejos, un hombre: un hombre solo.
– Más tarde vendrá mayo y luego junio,
y después julio y, al final, agosto -.
Un hombre con un año para nada
delante de su hastío para todo.
Ángel González , poeta español siglo XX.
Domingo de viento intenso y marzo entreabierto.
Peregrina.
marzo 3rd 2012 Joyas de todos los días, Joyas literarias