Descubiertas por María Sanz de Sautuola y Escalante, una niña de ocho años de edad en 1879 mientras acompañaba a su padre que hacía estudios del lugar, fueron muy probablemente pintadas por mujeres del paleolítico, según lo expresa el Dr. Dean Snow, Profesor Emérito de Antropología quien ha analizado las huellas de manos encontradas en ocho cuevas de Francia y España concluyendo que el 75% de las manos ¡son femeninas! El Dr. Snow basó su estudio en el trabajo del biólogo británico John Manning, que reveló que la longitud relativa de los dedos de las manos es diferente en hombres y mujeres: las homínidas solemos tener los dedos anular e índice de aproximadamente la misma longitud, mientras que el anular de los hombres suele ser más largo.
José Antonio Lasheras, director del Museo de Altamira, destaca la actualidad que tiene que ver con que a veces se atribuye al pasado características sesgadas, de género en este caso en particular, relacionado con las manos femeninas en las pinturas rupestres, por lo que no hay motivos para dudar que las mujeres paleolíticas pudieran haber sido artistas, cazadoras, líderes, mono o polígamas, madres por supuesto, y también cocineras y recolectoras de granos; simplemente mujeres como las que hoy en día se desenvuelven en todos los ámbitos de las sociedades modernas.
Maya Angelou (escritora, cantante y activista por los derechos civiles) dijo que «no hay peor agonía que llevar con nosotros una historia que no ha sido contada» y Virginia Satir (trabajadora social y psicoterapeuta) expresó que «no podemos dejar que las percepciones limitadas de los demás terminen definiéndonos«.
«Si se quiere viajar lejos, no hay mejor nave que un libro» eso lo escribió Emily Dickinson. ¿Quién puede negar que otra mujer, miles de años atrás, compartiera el pensamiento de la poeta norteamericana y lo manifestara con sus dibujos en las rocas de lo que era su hogar?
«Me pinto a mí misma porque soy a quien mejor conozco«, por eso Frida Kahlo nos deja ver su vida a través de sus autorretratos, así como las mujeres que dejaron su huella en esas cavernas nos dejaron conocer su forma de vida. Después de todo, Audrey Hepburn dijo que «vivir es como avanzar por un museo: es luego cuando empiezas a entender lo que has visto» y Murasaki Shikibu, autora de la primera novela japonesa, allá por el Siglo XI escribió: «en la oscuridad, las cosas que nos rodean no parecen más reales que los sueños«. Después de todo, ya Sarah Bernhardt expresó hace mucho tiempo que «la interpretación es interna, pero debe ser externada«
Peregrinando entre cavernas y frases femeninas.