Es curioso, pero las mujeres prefieren que se les vea como diosas, como princesas, como hadas. Sienten que la comparación con esos seres la hace más encantadoras, más bellas, más atractivas y por lo tanto, podrían ser más amadas. Me pongo a pensar y … veo me parece que las diosas son perfectas, difícilmente un hombre estará a su altura; las princesas: bonitas y débiles, esperan siempre a un príncipe que las acompañe; las hadas no pueden dejar de brillar -dejarían de ser hadas. Pero las brujas… las brujas son la perfecta imperfección y toman ventaja de ello.
Una bruja sabe que el universo la modela. Una bruja sabe que todo lo que sucede a su alrededor está conectado en perfecta sincronía con la energía creadora y también comprende y acepta el hecho de que para poder crear, esa gran energía destruye y transforma, la destrucción es sólo una consecuencia, nunca un objetivo.
Una bruja no pretende ser mejor, ni desea ser más hermosa, ni teme que el tiempo pase y deje huellas, ¡al contrario! En cada uno de sus errores manifiesta deseos de superarse a sí misma, reconoce la belleza de su mágico ser interior, único e irrepetible y lo refleja en cada uno de sus movimientos. El tiempo es su aliado, lo atesora y guarda cada momento permitiendo que se impregne en su ser todo el conocimiento que de él proviene. Una bruja es eterna, pues aunque su cuerpo perece, su espíritu florece en continuación. Más allá de todo lo que observa, encuentra lo bueno y positivo en cada situación, jamás pierde porque nunca piensa en ganar,simplemente actúa siguiendo ese soplo divino que no necesita explicación.
Sus palabras son siempre sinceras, verdades sin contaminación pues no piensan más allá de su sentir, sus miradas son profundas pues no se detienen en la materia que miran, sino que observan la energía que genera la vida que se presenta ante sus ojos. Caminan como si besaran la tierra que pisan y se mueven dejando que el espacio las acaricie.
Una bruja jamás usaría su conocimiento como un prendedor para decorar su ego, antes bien, guardará silencio para mantener en secreto su poder infinito.
Peregrina, ciclo 52.