LA MORADA DE LA RIQUEZA

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Mi fatigado corazón se despidió de mí para irse a la Morada de la Riqueza. Al llegar a esa ciudad sagrada, que el alma había alabado y glorificado, comenzó a vagar desconcertado ante la ausencia de lo que siempre había imaginado hallar. La ciudad estaba vacía de poder, riquezas y autoridad. Y mi corazón se dirigió a la hija del Amor y le dijo:

-Oh, Amor, ¿dónde puedo hallar a la Satisfacción? He oído que ha venido a hacerte compañía.

Y la hija del Amor respondió:

-La Satisfacción ya se ha ido a predicar su evangelio a la ciudad donde gobiernan la avidez y la corrupción. No la necesitamos. La Riqueza no implora Satisfacción, porque ésta es recompensa terrena, con deseos colmados de objetos materiales. La Satisfacción es expresión del corazón. El alma eterna no está nunca satisfecha; su objetivo es la búsqueda permanente de lo sublime.

WatercolorAsí mi corazón se dirigió a la Belleza de la Vida y le dijo:

-Tú eres toda Sabiduría; ilumíname como el misterio de la Mujer.

-Oh, corazón humano -Ella me respondió-,la mujer es tu propio reflejo, lo que tú eres, y se halla dondequiera que tú estés; es como la religión desoída por el ignorante, y como la luna límpida de nubes, y como la brisa libre de impurezas.

Y mi corazón se encaminó hacia la Sabiduría, hija del Amor y la Belleza, y le dijo:

-Concédeme Sabiduría, y la compartiré con los míos.

-No nombres a la sabiduría sino a la Riqueza -ella me respondió -, pues la verdadera riqueza no proviene de lo externo sino que nace en lo más Profundo de la vida. Compártela con los tuyos.

GIBRÁN KHALIL GIBRÁN
LAGRIMAS Y SONRISAS, 1914

La mujer es tu propio reflejo …  Peregrinando entre reflejos…

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