Entre la belleza y la perfección

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mariposasEncontré esta fotografía en el universo del la internet, perdida, anónima, sin más comentarios a su belleza que unas pobres líneas de «hermosas mariposas azules» o frases con faltas de ortografía que no expresaban lo que el profundo de los espíritus pueden compartir.  Entonces nacieron en mí preguntas… como tantas que nacen y se desenvuelven y otras que nacen y se vuelven a quedar dormidas: ¿Algo tan hermoso no ha sido capaz de generar más que las frases vacías que la acompañan? ¿Cuáles son los niveles de sensibilidad de esta humanidad que no logra decir lo que siente? ¿O acaso ya no siente?  ¿O será que nos hemos abandonado de tal forma a la tecnología que nuestra creatividad ya no tiene alas?  Entonces la guardé para mostrársela a los niños de los que aprendo.  Cada uno de los pares de ojos que las vio dijo mucho más que lo que pudieron poner los comentarios vacíos de la página de donde la saqué.  La sensación de alegría que despertó en mi corazón fue comprendida y alimentada por los niños.

No sólo porque la mariposa es un animal que me fascine, sino que, más allá de la magia que puedan envolver las alas de una mariposa en sus colores, está la belleza de la agrupación de estas hadas azules. La perspectiva que da a entender la grandeza del árbol en el que están posadas y manda a volar a la imaginación al bosque que circunda este pequeño espacio abierto ante el lente de la cámara de Kelvin Hudson (después de tanto buscar persiguiendo links que tenían esta imagen, encontré al autor). Más allá de todo esto junto está la energía que emanan y el suspiro que lanzan al viento para llamar al amor.

¿Qué hay entre la belleza y la perfección de esta fotografía?  Yo creo que silencio.  En un lugar así, en donde seguramente el silencio es tan profundo como las voces de los seres que son fotografiados, el espíritu encuentra el espacio perfecto para recrearse y tocar un pedazo de cielo, recrearse en la perfección de las formas y los matices de las alas de estos seres que sin ningún pudor abren sus alas y se dejan acariciar por los ojos de quien las sepa apreciar.

El color azul de las mariposas me transmite tranquilidad, quietud, armonía, la profundidad de la fuerza que las ha creado.

Entre la belleza y la perfección de esta foto encuentro el azul profundo del amor en el que me pierdo en un vuelo hacia mi interior para escuchar su susurro.

Gracias a los ojos que captaron este silencio tan azul.

Peregrina.

Visita su página: http://www.kelvinhudson.com/

2 Responses to “Entre la belleza y la perfección”

  1. sonia zea Says:

    Creo que hay mucha gente que si siente «algo» al ver una imagen como esta, pero no saben expresarlo con palabras y dejan pasar el momento porque les turba, les produce algo que no identifican bien; muchas veces se huye de los sentimientos, lo mas humano que tenemos, por miedo a ellos; el miedo de enfrentarse a «eso» quizás pueda doler. O el miedo a dar la cara por ellos y decir si siento belleza dentro de mi, siento alegría o lo que sea.
    Estamos los que expresamos a través de nuestra obra y nuestros hechos, como Kelvin Hudson, que no pudo dejar pasar el momento de compartir tanta belleza pulsando su cámara desde el punto en el que él se sentía mas comunicado con esas mariposas; o el pintor que quizás al ver la foto, sienta la necesidad de coger los pinceles; o «Presuntos Implicados» de expresarlo con su música; o yo, que quizás esa imagen despierte en mi una joya que me recuerde tantas alas azules.
    No tantos humanos tienen miedo de sentir. Cada uno expresa de una u otra forma lo que vive.
    Creo que los que no sentimos ese pudor de desnudarnos ante una imagen todavía tenemos mucho de niños.

  2. peregrina Says:

    Tienes razón, de hecho mi intención cuando trabajo con los niños es precisamente esa: provocar sus emociones y darles oportunidades para que se expresen, darles diferentes opciones para que lo hagan. Lamentablemente la capacidad del ser humano para apreciar y transmitir desde el punto de vista creativo (y desde muchos otros pero enfoquémonos en la creatividad) está en decadencia. Como bien dices hay mucho miedo de desnudar el alma y abrirse como lo hacen los niños, sin prejuicios ni prepotencias. Hay muchos que lo hacen, pero … desafortunadamente es una mínima parte de esta inmensidad de gente que comparte nuestro espacio. Por eso me gusta trabajar con los niños, ¡tengo la esperanza puesta en las generaciones que vienen!