Ferragosto

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De rerum natura, o bien sobre la naturaleza de las cosas

Una joya literaria que encontré por casualidad en un rincón romano. Se trata de un poema escrito por Tito Lucrecio Caro en el Siglo I a.C. Forma parte de la obra «De Rerum Natura», seis libros en los que el alma humana de un filósofo intenta comprender la realidad en la que vive, entre dioses, miedos y maravillas de la creación que le rodea.

Elegí la Invocación a Venus para celebrar «Ferragosto» una fiesta que ya los romanos celebraban desde tiempos inmemoriales conocida entonces como «Feriae Augusti» las fiestas dedicadas a la diosa Diana, el gozo de la fertilidad.Durante estas festividades se cerraba el ciclo del trabajo de la tierra, el gozo de la mitad del verano, un período de descanso y celebración del sol antes de la llegada del otoño, arduo trabajo de cosecha y la llegada del invierno en el que los rayos del sol dejan de acariciar la tierra.

Siglos más tarde, con la llegada del catolicismo, el 15 de agosto fue dedicado a la Asunción de la Virgen María a los cielos, una forma de transmutar la fiesta pagana en religiosa, continuando con la celebración de la Divinidad Femenina.

Hasta la fecha, Ferragosto es un día de fiesta y celebraciones. Una tradición pagana que deja a las principales ciudades italianas en manos de los turistas que encuentran todos los negocios y servicios (aún los más esenciales) cerrados, pues todo mundo va a disfrutar del sol en la playa o en el campo; comida, bebida, y sol, mucho sol en compañía de amigos y familiares.

Sin más,

«La naturaleza de las cosas» Lucretius Carus, De rerum natura

Libro 1.1-145
Invocación a Venus (1-49)
Aeneadum genetrix, hominum divomque voluptas,
alma Venus, caeli subter labentia signa
quae mare navigerum, quae terras frugiferentis
concelebras, per te quoniam genus omne animantum
concipitur visitque exortum lumina solis:
te, dea, te fugiunt venti, te nubila caeli
adventumque tuum, tibi suavis daedala tellus
summittit flores, tibi rident aequora ponti
placatumque nitet diffuso lumine caelum.
nam simul ac species patefactast verna diei
et reserata viget genitabilis aura favoni,
aeriae primum volucris te, diva, tuumque
significant initum perculsae corda tua vi.
inde ferae pecudes persultant pabula laeta
et rapidos tranant amnis: ita capta lepore
te sequitur cupide quo quamque inducere pergis.
denique per maria ac montis fluviosque rapacis
frondiferasque domos avium camposque virentis
omnibus incutiens blandum per pectora amorem
efficis ut cupide generatim saecla propagent.
quae quoniam rerum naturam sola gubernas
nec sine te quicquam dias in luminis oras
exoritur neque fit laetum neque amabile quicquam,
te sociam studeo scribendis versibus esse,
quos ego de rerum natura pangere conor
Memmiadae nostro, quem tu, dea, tempore in omni
omnibus ornatum voluisti excellere rebus.
quo magis aeternum da dictis, diva, leporem.
effice ut interea fera moenera militiai
per maria ac terras omnis sopita quiescant.
nam tu sola potes tranquilla pace iuvare
mortalis, quoniam belli fera moenera Mavors
armipotens regit, in gremium qui saepe tuum se
reiicit aeterno devictus vulnere amoris,
atque ita suspiciens tereti cervice reposta
pascit amore avidos inhians in te, dea, visus
eque tuo pendet resupini spiritus ore.
hunc tu, diva, tuo recubantem corpore sancto
circumfusa super, suavis ex ore loquellas
funde petens placidam Romanis, incluta, pacem.
nam neque nos agere hoc patriai tempore iniquo
possumus aequo animo nec Memmi clara propago
talibus in rebus communi desse saluti.

. . . . .

omnis enim per se divum natura necessest
immortali aevo summa cum pace fruatur
semota ab nostris rebus seiunctaque longe.
nam privata dolore omni, privata periclis,
ipsa suis pollens opibus, nihil indiga nostri,
nec bene promeritis capitur nec tangitur ira.

Hay mucho por hacer todavía; en la eternidad de los sueños vive la creatividad de la realidad. Ferragosto y luego empezar de nuevo.

Peregrina.

¿Echar raíces o diluirse en el aire?

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«Si el árbol se echa a perder, aunque sea en el peor de los suelos, es sólo porque no clava sus raíces lo bastante hondo. Toda la tierra es suya.»*

Toda la tierra es suya. Y tuya. Y mía.
Hay personas que logran saltar los obstáculos más altos, pasar las pruebas más duras que la vida les pone y, a pesar de todo, logran tener éxito, vivir felices, crear oportunidades diferentes para quienes le siguen en el camino y meterse en la memoria de la humanidad. La tierra en la que por suerte me ha tocado echar raíces es muy rica, todavía no siento que mis raíces se hayan expandido lo suficiente ni hayan profundizado bastante, me falta explorar sendero que llevan a siglos atrás y caminar en el incierto de siglos por venir…

¿Será que me pierdo en el encanto de la belleza de los cielos que me cubren y echo a volar, mientras me diluyo en el aire que me atrapa? …»Mas el árbol y el niño buscan lo que está por encima de ellos»**.

Dos poetas alemanes divididos por un siglo, comparten nombre, nacionalidad y los árboles que dieron pauta a esta reflexión. *Friedrich Hebbel siglo XIX y ** Friedrich Hölderlin al final de al final del siglo XVII.

Hay muchos tesoros escondidos en las raíces de un árbol, y muchos más en las hojas que se elevan… se me ocurrió mientras clareaba el día. En la belleza ajena, primera década del Siglo XXI,
Peregrina

Invictus

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Desde la noche que sobre mi se cierne,
negra como su insondable abismo,
agradezco a los dioses, si existen,
por mi alma invicta.

Caído en las garras de la circunstancia
nadie me vio llorar ni pestañear.
Bajo los golpes del destino
mi cabeza ensangrentada sigue erguida.

Más allá de este lugar de lágrimas e ira
yacen los horrores de la sombra,
pero la amenaza de los años
me encuentra, y me encontrará, sin miedo.

No importa cuán estrecho sea el camino,
cuán cargada de castigo la sentencia.

Soy el amo de mi destino;
soy el capitán de mi alma

William Ernest Henley

¿Invicta?  Sí, la mayor parte de las veces, alegremente invicta.
Peregrina

Vivimos observando sombras que se mueven y creemos que eso es la realidad. José Saramago

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Cerremos esta puerta.
Lentas, despacio, que nuestras ropas caigan
Como de sí mismos se desnudarían dioses.
Y nosotros lo somos, aunque humanos.
Es nada lo que nos ha sido dado.
No hablemos pues, sólo suspiremos
Porque el tiempo nos mira.
Alguien habrá creado antes de ti el sol,
Y la luna, y el cometa, el espacio negro,
Las estrellas infinitas.
Ahora juntos, ¿qué haremos? Sea el mundo
Como barco en el mar, o pan en la mesa,
O el rumoroso lecho.
No se alejó el tiempo, no se fue. Asiste y quiere.
Su mirada aguda ya era una pregunta
A la primera palabra que decimos:
Todo.

Para enmarcar una estrella, el cielo. Para admirar una flor, el jardín. Para conocer el alma de una persona, sus obras. Hay una frase de Novalis que me viene a la mente en momentos como este, cuando un ser humano de la talla de José Saramago desaparece físicamente del planeta. Es este momento en el que con mayor fuerza sus obras se difunden y son esparcidas de ángulo a ángulo las palabras que despiertan consciencias, los pensamientos que infunden nuevas ideas y recrean generación tras generación a la humanidad.

«Todo lo individual por sí tiene una medida propia de aptitud, sólo la capacidad del género es inmensurable. «

Es un hecho que la obra de José Saramago ha llegado a su fin, pero también es un hecho que la semilla que sembró y ha dado frutos desde hace ya muchos años, seguirá generando nuevos brotes de plantas que se esparcirán por todo el planeta, haciendo que «La flor más grande de mundo» no sea sólo un cuento, sino miles que cobijen la la creatividad y le den a la humanidad un paisaje colorido

Voy a leer Todos los nombres y a buscar el mío…
Peregrina.

Jardín, de Octavio Paz

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Nubes a la deriva, continentes
sonámbulos, países sin substancia
ni peso, geografías dibujadas
por el sol y borradas por el viento.

Cuatro muros de adobe. Buganvillas:
en sus llamas pacíficas mis ojos
se bañan. Pasa el viento entre alabanzas
de follajes y yerbas de rodillas.
El heliotropo con morados pasos
cruza envuelto en su aroma. Hay un profeta:
el fresno -y un meditabundo: el pino.
El jardín es pequeño, el cielo inmenso.

Verdor sobreviviente en mis escombros:
en mis ojos te miras y te tocas,
te conoces en mí y en mí te piensas,
en mí duras y en mí te desvaneces.
Octavio Paz

La enredadera crece y cubre todo lo que la rodea, con sus delicados troncos abraza las ramas de los árboles que la sostienen y ofrece su sombra a las hierbas que buscan cobijo. La vida se expande y extiende su belleza abriendo al sol cada uno de sus pétalos que, al contacto de la caricia matutina, susurran «te amo» y le regalan su color a nuestros ojos.

De la belleza del Maestro Paz a la belleza del azul tenue y delicado de las flores de mi jardín en esta mañana de junio…

Buscando inspiración,
Peregrina.

¿Qué siente mayo, qué siente el calor verde?

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Sentir

Sentir. La tierra que gira porque siente
el espacio estrellado. Y el mar y el mundo
y el minúsculo tallo de la hierba.
Sentir el tiempo cayendo gota a gota,
desesperadamente.

(¿Qué siente mayo, qué siente el calor verde?)
Sentir la lluvia y su tambor de piedra
y la naranja en su planeta solitario
lleno de aromas amarillos.
Sentir más cerca, dentro y fuera del cuerpo,
con lo que queda en él de nuestros padres;
oír sus voces llamándose en la nuestra.
(¿Qué siente la nube en la ventana
cuando los ojos la detienen?)
Sentir. Los astros más y más se redondean
gravitando en sus azules sentimientos.
Sentir, sentir a pesar de la ciudad,
contra los vahos de su anestesia,
con la infancia que aún corre por la sangre,
con la magia del sueño;
apartar de la carne sus viejos bueyes de opio
hasta que se despierten.

Bellísimas las palabras del poeta venezolano Eduardo Montejo. El calor verde de mayo… ¡Qué originalidad para describir algo que generalmente imaginamos del color del fuego! ¿Qué siente mayo? Calor de primavera en plenitud. Calor para sentarse a contemplar y sentir la belleza verde de mayo.

Gracias a Alfredo Algargos por la imagen del pintor William Reynolds «Verano».

Peregrina.

 

Contar un cuento complicado con palabras sencillas

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La flor más grande del mundo. Dos celebraciones que se unen:
Literatura y Tierra

Tal vez no encuentres vínculo entre el título y lo que vas a leer… Tal vez al final me darás la razón y veas el por qué de la mezcla de ideas.

Me ha conmovido sobremanera escuchar a José Saramago diciendo que no es capaz de contar historias que puedan ser entendidas por los niños, que nunca ha podido aprender a contarlas con palabras sencillas. Entonces, les puse este video a los niños del colegio (de 3 a 6 años) y ¡les encantó! ¡lo vieron varias veces y tuvieron reflexiones hermosísimas!

No comparto la primera idea del maestro Saramago, pero sí la segunda, que todos los adultos deberíamos estar obligados a leer las historias para niños.
Peregrina.

Libros, espacio infinito y atemporal

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Leo y mi mundo se transforma Me pierdo en el infinito de las letras y mi pensamiento se funde con el destiempo del que escribe, entonces siento como me hago eterna ~ ~ ~

Peregrina en las palabras.

Platero y yo ¡Celebrando la lectura!

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¿A quién dedicar un libro tan sencillo y profundo a la vez? Juan Ramón Jiménez, Premio Nobel de Literatura 1956 escribió en su dedicatoria: «A la memoria de Aguedilla, la pobre loca de la calle del sol que me mandaba moras y claveles»

«Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro … … ¿No me has visto nunca, Platero, echado en la colina, romántico y clásico a un tiempo? Pasan los toros, los perros, los cuervos y no me muevo, ni siquiera miro. Llega la noche y sólo me voy cuando la sombra me quita. No sé cuándo me vi allí por vez primera y aún dudo si estuviese nunca. … … Cuando llego yo, con Platero, al naranjal, todavía la sombra está en la cañada, blanca de la uña de león con escarcha. El sol aún no da oro al cielo incoloro y fúlgido, sobre el que la colina de chaparros dibuja sus más finas aulagas. De vez en cuando, un blando rumor ancho y prolongado me hace alzar los ojos … »

Un hermoso diálogo entre un niño y su burro, una historia de vidas compartidas, de sueños a ojos abiertos, de realidades con ojos cerrados ~ ~ ~ Una historia que comienza con una «Advertencia a los hombres que lean este libro para niños» ~ ~ ~ Un libro que narra una historia dulcemente escrita por un autor que advierte: “Yo nunca he escrito ni escribiré nada para niños, porque creo que el niño puede leer los libros que lee el hombre, con determinadas excepciones que a todos se le ocurren”.

Peregrina

Literatura y danza ~ celebremos la magia

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UNIVERSOS

Yo amo los cantos que llevan dentro aire, agua, tierra y fuego, los cantos que son claros, ligeros y diáfanos, vivientes como mundos lanzados al azul, con algo de magia y de prodigio, cual pompas de jabón que no se rompen.

Yo canto para que dancen bajo el cielo los que vendrán un día.El mundo no envejece, se renueva, se hace más puro, más ágil y sincero, y el porvenir es siempre joven.

La vida es voluntad alegre y bella, y el arte el juego más sublime de los juegos.

Las visiones del mundo son profundas en las aguas más hondas y tranquilas, pero vuestra mirada ha de ser pura.

Malditos son los que producen el lodo de las aguas removidas.

La esfera de cristal concentra el orbe en iris, y es ella misma un orbe sutil y transparente.

Rafael Lasso de la Vega, poeta sevillano.

Peregrina.