Caprichos del día

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Alberi Villa D'Este 4
Hay personas que se guían por la «perfección del deber» y se olvidan de la sutileza de la compasión, que es una de las más puras formas del amor.

Cuando tratamos de tener la razón, o insistimos en hacernos notar, o simplemente no toleramos recibir de alguien más una observación… simplemente nos cerramos a esa dulce oportunidad y todo colapsa.

Peregrina Joyazul.

¡Qué vivan los días difíciles!

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que vivan los dias¡Qué vivan los días enredados! Esos que te llevan al límite, que te retan porque hay que pensar en más de dos cosas a la vez mientras ya estás resolviendo tres anteriores. Esos que terminan tirándote al suelo para hacer mini lagartijas con un par de brazos débiles, pero con el espíritu que se ataca de risa y te grita: «¡Dale, que tú las pediste! Esos días en los que retas a alguien a hacer en equipo de varios, lo que tú ya hiciste con tu alma gemela, sin precedentes, con poco alrededor pero mucho desde dentro. Esos días en los que decides no tomar la decisión, porque no te corresponde hacerlo.

¡Qué vivan los días complicados! Esos que te dan sorpresas con regalos brillantes y sonrisas de encuentros en lugares alternativos, los días en los que sabes que la autoestima no existe, porque … simplemente porque eres parte de un todo y ese todo vibra a tu alrededor.

¡Qué vivan los días que te hacen sentir mágicamente viva! Aunque te duela el cuerpo que arropa al alma infinitamente indolora, aunque te sientas migaja que ya nadie valora.

¡Qué vivan los días en que no se sabe cómo se va a terminar, pero, como quiera que sea, terminado estará, para empezar lo que sigue! Aunque lo que siga sea, una vez más, un día ¡difícil de enfrentar!

Peregrinando en la borrascosa dificultar de la sorprendente vida.

Sabiduría es amar mucho

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Sabiduría es la palabra con la que se hace referencia a la posesión de profundos conocimientos sobre determinadas materias. Se aplica también a la capacidad de pensar o juzgar con prudencia y equidad y es sinónimo de noticia o conocimiento. En torno a la palabra sabiduría se mueven conceptos como erudición, penetración, intuición, ciencia, ilustración, cultura, instrucción o pericia. Desde un punto de vista teológico la sabiduría se refiere al discernimiento en las cosas de orden sobrenatural.


sabiduriaHay un saber que es conocer una ciencia o arte, tener noticias de algo o de alguien o tener conocimientos o habilidad para hacer alguna cosa. Pero también hay un saber que es tener un determinado sabor.

Tratemos de acercarnos a ella y acariciar sus diferentes semblantes con los dedos de la ternura poética. Desde las diferentes caras de la sabiduría podemos encarar los acontecimientos que la vida nos presenta con otra mirada. Mirar lo que sucede con los ojos de la sabiduría es vaciar nuestra mirada de contenidos, de prejuicios, de temores, de rencores, de ansiedad o de culpa. Mirar lo que sucede con los ojos de la sabiduría es llenar nuestra mirada de sencillez, transparencia, asombro, alegría, inocencia y paz.

La sabiduría es como un camino que nos adentra en el corazón de las cosas. Por eso los pasos han de partir desde el propio corazón. Es preciso enamorarse de este camino, recorrerlo una y otra vez, porque a cada paso, en cada recodo que se descubre, cada nuevo paisaje que se va avistando nos adentra en el reconocimiento de uno mismo y del mundo. La sabiduría es el hilo que nos enhebra a la Vida en un mismo pespunte y permite el bordado de nuestra vida sencilla de cada día en un tejido sin costuras.

No hay arte que supere a los modos creativos de conducir la propia existencia. Las cosas de todos los días, la vida sencilla y cotidiana está llamada a ser nuestro mejor lienzo, nuestra mejor sinfonía, nuestro mejor poema. Vano es el conocimiento que no remedia ningún sufrimiento o que no propicia alegría alguna.

Decíamos también que hay un saber que es tener un determinado sabor. La sabiduría nos permite saber a qué saben un amanecer o una puesta de sol, un saludo, una mirada, una sonrisa, un gesto de entrega, una caricia, las palabras o el silencio. La sabiduría nos permite saborear los matices de cada decisión, de cada encuentro, de cada estación del año, de cada paso que damos, de cada respiración, de cada cosa que comemos, escuchamos, leemos o vivimos. Decía Ignacio de Loyola que “No el mucho saber harta y satisface al ánima, sino el sentir y gustar las cosas internamente”.

El erudito sabe. El sabio sabe lo que sabe y sabe a qué sabe lo que sabe.

Saber es mucho más que conocer.

Sabiduría es amar mucho. Cuando uno comparte lo que sabe, es decir, lo que uno ama, no lo debilita ni lo hace disminuir. El saber que brota y es fuente de amor se expande más cuanto más se comparte y se afianza cuanto más se extiende. Es el amor el saber más auténtico, la más divina de las sabidurías. La Sabiduría lo vuelve todo mágico.

La magia verdadera no es un truco de ilusionismo sino un estado de conciencia, un modo de ver, acercarse, tocar y transformarlo todo que hace titilar las pupilas de un niño. Los niños saben muy pocas cosas pero su alma está recubierta con los visillos de la Sabiduría.

El sabio sabe, en realidad, muy poco: sabe ver cuando mira y oír cuando escucha. Por eso está abierto y disponible para aprenderlo todo de nuevo. El sabio no necesita hablar para compartir lo que sabe: todo él es una revelación permanente de un saber de otra manera. El sabio no añade más palabras o ideas sino silencio entre las palabras y las ideas para que así el conocer se transforme en amar. El sabio es la forma material y limitada en la que se encarna una Sabiduría ilimitada. Todos los corazones sabios tienden a unirse formando un único territorio en el que los latidos se multiplican, como uno solo, para que también puedan oírlo las estrellas.

Peregrinando en la Sabiduría de vivir, de José Toro Alés.
Fotografía de Gregory Colbert.

Yo en el vientre de mi abuela

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Todos nosotros somos parte de nuestros antepasados, tenemos los genes de nuestros ancestros. Nuestro DNA es la historia genética de todos y cada uno de los seres que han existido para que podamos estar en este momento aquí, leyendo esto.

Cuando un ser humano hembra está completamente formado dentro de su madre, tiene en sí todos los óvulos que en algún momento serán desechados durante la menstruación o bien, fecundados por un espermatozoide. Por lo tanto, uno de los óvulos de mi madre, cuando ella estaba en el vientre de mi abuela era … ¡yo!  Yo estuve en el vientre de mi abuela.  TODAS estuvimos en el vientre de nuestra abuela. Ciclos, vida, secuencia y consecuencia…

Encontré este escrito de Ximena Noemí Ávila Hernández en www.cantarosagrado.cl/ me pareció muy adecuado para honrar al femenino fluir del universo.

Yo reconozco a la niña que hay en mi
Yo reconozco a la mujer que hay en mi
Yo reconozco a la mujer que es mi madre
Yo reconozco a la mujer que es mi abuela
Yo reconozco a todas las mujeres que habitan en mi
Yo pido perdón a la niña que hay en mi
Yo pido perdón a la mujer que hay en mi
Yo pido perdón a la mujer que es mi madre
Yo pido perdón a la mujer que es mi abuela
Yo pido perdón a todas las mujeres que habitan en mi
Yo perdono a la niña que hay en mi
Yo perdono a la mujer que hay en mi
Yo perdono a la mujer que es mi madre
Yo perdono a la mujer que es mi abuela
Yo perdono a todas las mujeres que habitan en mi
Yo agradezco a la niña que hay en mi
Yo agradezco a la mujer que hay en mi
Yo agradezco a la mujer que es mi madre
Yo agradezco a la mujer que es mi abuela
Yo agradezco a todas las mujeres que habitan en mi
Yo amo a la niña que hay en mi
Yo amo a la mujer que hay en mi
Yo amo a la mujer que es mi madre
Yo amo a la mujer que es mi abuela
Yo amo a todas las mujeres que habitan en mi
Yo honro a la niña que hay en mi
Yo honro a la mujer que hay en mi
Yo honro a la mujer que es mi madre
Yo honro a la mujer que es mi abuela
Yo honro a todas las mujeres que habitan en mi.

Honrando mi peregrinar…

Peregrina.

LA MORADA DE LA RIQUEZA

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Mi fatigado corazón se despidió de mí para irse a la Morada de la Riqueza. Al llegar a esa ciudad sagrada, que el alma había alabado y glorificado, comenzó a vagar desconcertado ante la ausencia de lo que siempre había imaginado hallar. La ciudad estaba vacía de poder, riquezas y autoridad. Y mi corazón se dirigió a la hija del Amor y le dijo:

-Oh, Amor, ¿dónde puedo hallar a la Satisfacción? He oído que ha venido a hacerte compañía.

Y la hija del Amor respondió:

-La Satisfacción ya se ha ido a predicar su evangelio a la ciudad donde gobiernan la avidez y la corrupción. No la necesitamos. La Riqueza no implora Satisfacción, porque ésta es recompensa terrena, con deseos colmados de objetos materiales. La Satisfacción es expresión del corazón. El alma eterna no está nunca satisfecha; su objetivo es la búsqueda permanente de lo sublime.

WatercolorAsí mi corazón se dirigió a la Belleza de la Vida y le dijo:

-Tú eres toda Sabiduría; ilumíname como el misterio de la Mujer.

-Oh, corazón humano -Ella me respondió-,la mujer es tu propio reflejo, lo que tú eres, y se halla dondequiera que tú estés; es como la religión desoída por el ignorante, y como la luna límpida de nubes, y como la brisa libre de impurezas.

Y mi corazón se encaminó hacia la Sabiduría, hija del Amor y la Belleza, y le dijo:

-Concédeme Sabiduría, y la compartiré con los míos.

-No nombres a la sabiduría sino a la Riqueza -ella me respondió -, pues la verdadera riqueza no proviene de lo externo sino que nace en lo más Profundo de la vida. Compártela con los tuyos.

GIBRÁN KHALIL GIBRÁN
LAGRIMAS Y SONRISAS, 1914

La mujer es tu propio reflejo …  Peregrinando entre reflejos…

De corazones y almas que se reflejan en ellos

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Hay corazones tan pequeños y débiles que mueven a tantos corazones que se sienten fuertes y  grandes, pero resultan tan pequeños e impotentes ante la majestuosa fuerza del amor invisible… Indivisible … Ese que solo se transmite entre corazones abiertos al infinito Amor Incondicional, ese que es Divino por naturaleza incondicionalmente condicionado y enriquece y da vida a todos los corazones, por pequeños o grandes que parezcan.

ojo_llorando_con_pupila_corazonY de repente, miro los ojos de un corazón iluminado, que sufre y no sabe a bien por qué o cómo es que llega a ese momento en el que un pequeño corazón que sabe que le pertenece por derecho de sangre, está abierto … Debilitándose, exponiéndose y donándose… Y esos ojos me miran y tratan de sonreír y pierden la fuerza de su potente voz y se doblegan ante el dolor que… Se desvanece en sonrisa de niño cuando una broma que pretende hacerle olvidar lo toca… Como una caricia… Y sonríe como queriendo decir «no puedo más, me duele y no sé cómo llorar» y esa voz, esa potente voz, por primera vez, suena como un susurro, una potente voz silenciada por el desvanecerse del latir de un corazón… Un corazón que lucha por seguir latiendo, por dejarse escuchar más allá de la distancia, más allá de los silencios…

Esos corazones que pasan delante del dolor indiferentes porque no conocen, porque no han estado expuestos, o bien porque han estado encerrados en el ego de su inconsciencia y pasan, miran  y no logran percibir lo que sucede porque no entienden el amor que se desborda queriéndolos tocar sin lograr llegar a ellos, por más que se estira y se estira, no los toca porque no se dejan tocar.

Amar sin saber a quién se ama, mirar sin saber a bien qué se mira, en la infinita obscuridad que se transforma en luz opaca, luz que no brilla, luz que se difumina lentamente y entra por … no, no por los ojos, no son los ojos los que la miran… Es el corazón… Cuando una mirada está perdida, es el corazón quien abre los ojos  y mira, profundo, distante, diáfano y permanente.  Por eso la mirada parece perdida, porque es el corazón que se concentra y mira, toca, más allá del tiempo, más allá de los límites del pensamiento… Se transforma, se transmuta… Muto… Sin sonidos… Como el murmullo de los árboles que transmiten su amor a través de la suave y sigilosa caricia del viento sobre sus hojas…  Y los corazones laten porque lo notan… Laten porque lo sienten… Laten porque lo comparten… El amor…

El amor…

Y una lágrima de agradecimiento resbala y las rodillas se doblegan…

Gracias por dejarme sentir, gracias por latir dentro de mí, gracias por permitirme percibir otros latidos … Otras palpitaciones… Otros corazones… Otras almas que se reflejan en los latidos de muchos corazones…

Peregrinando entre los latidos de corazones unidos por un corazón…

El día dorado de mi vida

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¡Mira mamita! ¡Es una niña! ¡Tiene mi lunar y me está apretando el dedo!

Esas fueron las palabras que mi madre escuchó cuando despertó de la profunda anestesia que le administraron después de que viviera con gran intensidad la larga y complicada travesía de un parto … que nunca se logró. Casi al final de las esperanzas, cuando tuvieron que decidir entre la vida de ella o de la criatura que aun no conocía, abrieron su vientre y en medio de su inconsciencia y la desesperación de un hombre que no dejaba de fumar en los pasillos contiguos, acompañado de una madre que suplicaba por la vida de su hija, ¡di mi primer respiro!

Cincuenta años hace de ese momento que yo, por supuesto, no recuerdo, pero que me viene contado con gran emoción por mi madre que nunca lo olvidará. Mi padre me sostenía entre sus enormes manos y sus ojos la miraban con profundo amor.

Bellísima, de piel suave como durazno, rosada como un delicado pétalo de rosa, cabellos de tonos cambiantes entre dorado y cobre y con ojos oliva y fuego.

Propósito, anhelo, angustia expectante. Deseos caprichosos, planes puntuales, decisiones audaces y cautelosos silencios.

De todo ha habido.

Dichas incontables, pérdidas amargas, dolores profundos y gozos magistrales. Orgasmos infinitos y lentos sacrificios. Maravillas y placeres; albricias y delicias. De todos los colores se han pintado mis días y en todos los azules he orado y alcanzado la contemplación divina. Amores eternos, amantes infinitos. Almas gemelas que en el paseo me han acompañado, besos profundos, creativos y progresivos que inspiran vida. Vida que absorbo con cada respiro, penetrante, profundo… eterno más allá de lo que veo y siento.

En el peregrinar hacia la trascendencia…

Peregrina.

Todo fue bueno, por malo que pudiera haber parecido

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Hubo nubes y grandes aguaceros, pero después salió siempre el sol y, de vez en vez, también arco Iris dibujaron los espacios entre la luz y el gris, discretos o despampanantes, dependiendo del humor del cielo.

sparkling seaHubo desconcierto y angustia, pero nunca faltó la decisión y la paciencia que permitieron encontrar la armonía que me hizo regresar al punto estable para poder dar el salto con impulso firme.

Hubo tristeza y desesperanza, pero nunca faltaron palabras de aliento y abrazos amorosos que me infundieron paz para retomar fuerzas y encontrar respuestas con razones para seguir sonriendo.

Hubo dolor, pero también consuelo; amarguras acompñadas de buenos sabores que contrastaron y aumentaron la capacidad de disfrutar la variedad del gusto; soledad suficiente para encontrar el silencio necesario que fortaleció el corazón y le dio luz y alegría para compartir en los momentos de salamera compañía.

De todo hubo, y todo fue bueno. Nada faltó, lo que llegó con dificultad se disfrutó con mayor facilidad y lo que cayó en gracia, elevó el corazón hasta puntos sin gravedad en donde las alas pudieron expandirse tan amplias como son.

Gracias al año que terminó. Estoy enamorada y lista para recibir lo que esté dispuesto a darme este nuevo que comienza.

Siempre Peregrina de senderos nuevos.

Me conecto

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025Conectarme con la a tierra, sentirme parte de ella es una práctica simple pero muy poderosa. Al conectar mis sentidos con la tierra, desde la planta de mis pies encuentro mi fortaleza. A través de la conexión con la tierra restauro el equilibrio en mi cuerpo y en mi mente. Estoy inmóvil. Dejo que mis pies reciban la sensación, de la hierba, de la arena, del piso, el agua, las piedras … … siento su temperatura, su textura. Recibo su vida. Respiro. Camino. Bailo. Imagino que mis raíces, profundas y extendidas a mi alrededor se mezclan con la tierra misma. Levanto mis brazos y esa energía explota y me envuelve. Mi aura se expande, movimiento que se convierte en alegría. Me transformo, soy una con la tierra, soy una con el aire. Soy infinita. Soy bruja.

Peregrina

Soberbia ¿Imperfección o cualidad del caracter?

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Desde hace ya varios años, he aceptado y bendecido mi imperfección, al grado de amarla y tenerla como punto de referencia para cada una de las cosas que realizo.

Amo y acepto mi imperfección porque todo es perfectible, y en la búsqueda de la perfección, siempre se puede ¡y se tiene! que puntar a llegar más lejos, a hacer mejor las cosas, a dar más de uno mismo!
La perfecta imperfección, así la llamo y me encanta hacerlo.

En esa búsqueda me encuentro y es por eso que el significado de una palabra que acepto como adjetivo que me califica en muchos aspectos, me ha tomado muchos momentos de reflexión.

Soberbia. Fascinante como un cascabel que suena perdido en la mente.

Un sonido que la razón, la lógica, van buscando para entender por qué una palabra sóla puede mover las ideas, recoger los sentimientos, ensanchar los recuerdos para encontrar momentos en los que se haya sembrado algo de su significado. Una palabra sóla cuyo significado puede despertar diferentes sentimientos en cada una de las personas según su percepción.

La palabra viene del latín superbia, valoración de uno mismo por encima de los demás.

Ahora bien, tomando ese punto como partida, la soberbia puede ser el empuje que las personas de éxito tienen como primer escalón: la seguridad de que lo que hacen es lo mejor. La seguridad de que saben y pueden hacer lo que saben, simplemente hacen según su sentir, y ¡actúan!

Hay muchas connotaciones. Decir no ante una idea que simplemente no se acepta por convicción pudiera ser tomado como un acto de soberbia. Dar ideas que vayan contra los puntos de vista de quienes están haciendo algo que pudiera no resultar tan conveniente desde un punto de vista global y externo, pudiera ser tomado como un acto de soberbia. El punto es que, según la percepción de quien escribe y después de haber reflexionado mucho …

Llegué a la conclusión de que, la soberbia es más que simple pretensión de superiodad. La soberbia es una necesaria reivindicación de sí mismo y de saberse capaz, de saberse bueno, de ser consciente de la distancia entre uno y los demás, distancia atrás y adelante. Entonces, según eso la soberbia es para mí como el jengibre: le da sabor a la personalidad, ¡pero cuidado que no se vaya la mano!

En la búsqueda de la ecuanimidad y el equilibrio, y sirviéndome de la soberbia que me caracteriza, considero que sí, soy soberbia.

Sí, soy soberbia, porque sé decir que no cuando no deseo hacer algo que no me convence, porque hablo y doy las opiniones que me nacen sin avergonzarme de lo que los demás pudieran pernsar o dejar de pensar, confronto a quienes no comparten mi punto de vista y no me guardo las cosas para después. Pues sí, lo acepto y me siento complacida.

Lamento si en algún momento alguien hubiera podido sentirse ofendido por esta forma de ser mía. Estoy conscinete y de corazón delcaro que nunca lo hago para menospreciar a quien me confronta, sino con el afán de aportar y alcanzar resultados positivos para el grupo en el que me encuentre.

Aunque suene contradictorio, también tengo una parte de humildad que me hace recapacitar y escuchar y en muchas ocasiones, hacer según lo que sugieren otros… claro, siempre y cuando no vaya en contra de mis más profundas convicciones.

Consciente de tener una parte de malicia que me lleva a escribir sobre mi soberbia ensalzándola y reivindicándola como valor y no como pecado capital,

Peregrina