Arte contigo

Comentarios desactivados en Arte contigo

Vivir
el arte contigo
es encontrar la plenitud de mi espíritu
en sintonía con el universo completo,
inédito, inconcluso y firmado,

magnificante, discreto y efusivo,

paradójico y sensato,

el arte contigo se manifiesta y guarda silencio,
grita y calla,
se esconde en secreto y brinca para dejarse saborear… te

 

Saborearte cada vez que el arte brilla en tus ojos cuando la luz en los míos los llama y te dice que al amarte

besarte

tocarte

abrazarte

acariciarte

pensarte

recordarte

mirarte

respirarte


EVOCARTE. . .

encuentro la mejor forma de manifestar mi creatividad


Peregrinarte,  ¡qué mejor forma de vivir!

agosto 6th 2012 Joyas de todos los días

Pintando con un lápiz amarillo

Comentarios desactivados en Pintando con un lápiz amarillo

Estas son unas líneas que encontré en un artículo de  «El Tiempo»  sobre una peculiar exposición en la Galería Casas Riegner de Bogotá.   Se titula el lápiz roto.  Realmente no logro comprender el punto de encuentro entre el título y la composición, pero si el autor, Fernando G. ha querido llamarla así, sus razones tendrá.   Lo mismo si ha querido usar verde para dibujar sus fantasías y terminar con azul para pintar sus ilusiones… Así lo ha decidido él y por ese simple hecho es bellísima. … … … Pero, ¿qué tal que a mi me hubiera gustado que fuera un lápiz amarillo? ¿Qué tal que en lugar de dibujar sueños propios, se me ocurriera tomar mis colores y dibujar la fotografía tomada por los ojos de otra persona? El lápiz puede ser de cualquier color, los sueños pueden ser propios o ajenos, la creatividad fluye y la autenticidad de los trabajos siempre será un hecho contundente, por más que sean copia del original que refleja fielmente los deseos de la sensibilidad del primer autor.   Las copias, siempre serán fieles a la creatividad de quien reutiliza el arte original.   La originalidad siempre estará presente en cualquier trabajo, sea el original o sea una copia infiel…

Sin más preámbulo auqí está El lápiz roto de Fernando G. y la fotografía de unos ojos anónimos que ha dejado de ser fotografía para pasar a ser mi dibujo con un lápiz amarillo y el azul del que no salen ríos sino cielos que en el original no se percibían.

 

 

«Usa un lápiz de color verde
Hay un jardín entre tus dedos
Hay un jardín detrás de tu oreja
Hay un jardín en tu bolsillo
Hay un jardín a tus pies

¿Cuántos ríos caben en un lápiz de color azul?»

A lo mejor otro día se me antoja pintar de rosado mi ventana azul … Tal vez… Aunque lo veo muy poco probable.

Peregrinando entre colores,
Peregrina.

Vehemencia

Comentarios desactivados en Vehemencia

Porque a ratos seremos pacientes para lograr lo que ansiamos
pero nunca dejamos en la paciencia de ser vehementes.
Siempre esperaremos con intensidad e intención
y se nos da… Caray, ¡se nos da!

Voy peregrinando de desesperanza en esperanza
como una mariposa de flor en flor…

Peregrina.

No me beses… ¡Tú no sabes besar!

Comentarios desactivados en No me beses… ¡Tú no sabes besar!

Amado Nervo nos cuenta que es indecible lo que gozan las flores con el riego nocturno.  El otro día, a las doce, sobre el pétalo aterciopelado de una rosa, como sobre la tela de un estuche, ¡ahhh! radiaba aún una gruesa gota de agua.   Había pasado allí una buena parte de la noche, dejándose penetrar por la luna.

Un viento suave la balanceaba en su hamaca olorosa de seda.

Pero avanzaba la mañana, ya el meridiano, y una saeta de oro del arquero divino, hirió en pleno corazón a la gota, tocándola en chispa maravillosa.

«Tengo miedo, ¡ay!, tengo miedo. Siento que empiezo a evaporarme… ¡Oh sol, no me beses, por Dios! Tus besos hacen un espantoso daño.   Me penetran toda, me abrasan, me disgregan…   Yo no quiero deshacerme, no quiero volatilizarme…  ¡No quiero perder mi individualidad!…  ¿Entiendes, oh sol?  No quiero perder mi individualidad.

«Yo reflejo a mi modo la naturaleza.  Soy un pequeño ojo cristalino, muy abierto, que la ve, que la admira desde este nido de terciopelo, desde esta cuna suave y bienoliente.    Llevo ya muchas horas divinas de vida harmoniosa.   Durante buena parte de la noche he reflejado la luna.   He sido, ya una perla, un zafiro místico, ya una turquesa celeste.  Después, la bóveda se ha pintado de un amarillo suave, y yo me he vuelto topacio.   A poco el cielo se tiñó de rosa, y he sido rubí.   Ahora soy diamante.   Y cuando las hojas del rosal se miran en mi espejo para contemplar su traje nuevo, recién cortado en punta, me convierto en esmeralda.
»No me beses, ¡oh sol! No sabes besar: haces mucho daño. No eres como la luna. Ella sí que sabía besar blandamente: al fin, mujer. Tú te pareces a un hombre sanguíneo, tosco y premioso.

»¡Ay!, siento que me deshago, que me desvanezco, que me pierdo…

»Sí, comprendo que eso de la transparencia absoluta es una cosa muy buena; que ser parte de la atmósfera húmeda es cosa muy conveniente; que flotar, volar, es cosa muy apetecible. Comprendo también que un poco de frío puede condensar mi humedad, y entonces ser yo parte mínima de una nube de esas que he visto pasar por la mañana y que parecen cuentos y milagros… Todo eso, sin duda, es bueno. Pero yo dejaría de ser gota, de ser gotita diáfana y temblorosa que soy: esta gotita acurrucada en el pétalo de una rosa, ¡y no quiero perder mi individualidad!


»¡Ay! ¡Ay!, que daño me haces…, ¡oh sol! Ya no me beses, ya no me be…ses. Yo soy u…na gotita… de agua…, una lu…mi…no…sa go…tita de agua… sobre un rosa…, sobre una ro…»


Estas fueron las últimas palabras de la gotita trémula que brillaba sobre el pétalo de una rosa…

Es difícil confundirse entre la multitud, cuando se es una delicada y hermosa gotita de agua, como la gotita de la fotografía de Andrew Osokin.

Peregrina.

¿Cuántos?

Comentarios desactivados en ¿Cuántos?

Imagino contar cuántas gotas de lluvia caben en mi mano abierta.

Me ilusiona pensar cuántos rayos de luna rozan mis cabellos en las noches que te sueño.

No alcanzo a sospechar cuántos copos de nieve cubrirían mis deseos para lograr enfiarlos.

Quisiera poder contar cuántos haces de luz te bañan y componen tu sombra, cuando te acaricio al amanecer.

Utópica realidad de un alma enamorada.

Peregrina

Señora de la Luna

Comentarios desactivados en Señora de la Luna

Maravillosa señora de la Luna,


Tú que das la bienvenida al anochecer con besos plateados;


Señora de la noche y de todas las magias,


Quien recorre las nubes en cielos ennegrecidos,


Y vierte luz sobre la fría tierra,


Oh Diosa lunar, la creciente,


Quien hace y deshace sombras;


Reveladora de misterios pasados y presentes:


Quien atrae los mares y gobierna las mujeres


Madre lunar infinitamente sabia,


Doy la bienvenida a tu joya celeste


En el creciente de tus poderes


Con un rito en tu honor


Rezo por la Luna…

Peregrina

De Daniela Ovtcharov, pintora búlgara «La chica del vestido azul»

Engarzando sueños que no existen

Comentarios desactivados en Engarzando sueños que no existen

Puntadas y pensamientos. Sentimientos que se esconden, deseos que se expresan en silencio, frases que se lleva el viento y delicados hilos que entran y salen entre los pequeños heucos que deja la tela de los días, de las noches. La esperanza de que en algún momento el nudo detenga todo y no pierda nada. De que el nudo ate delicadamente, con fuerza invisible, escondida, como si no existiera detrás de la belleza, lo que marca y decide, lo que engarza y mantiene junto, lo que, si se rompe, desata el conjunto y desvía el sentido y desengancha el propósito…

Son sólo unas cuantas cuentas, pero cubren lo que es mío y dejan ver lo que deseo, si algo deseo…

Azul y plata, hilos que atan a cuentas que enmarcan formas y sueños hilados con pestañas bailando al viento, delicado momento que se pierde, como los hielos sumergidos en el cristal que envuelve lo que queda de aquello que una vez fue fruto maduro en una vid próspera de campos de Zinfandel.

Azul… como yo
Peregrina.

junio 4th 2012 Joyas de todos los días

Maternidad

Comentarios desactivados en Maternidad

Y un segundo después, nada es igual.   El pensamiento está pendiente, el corazón está observante.   Los sentidos se enfocan y los deseos se parten.    Como si el tiempo no se moviera cuando duerme, como si el tiempo se perdiera cuando se ofende, como si el tiempo se disolviera cuando sus manos que antes cabían en las mías ahora las envuelven y su sonrisa me dice «te amo» con su voz que crece y su mirada que nuca envejece…

Un hijo es el segundo que prevalece amorosamente en el tiempo que se desvanece.

Peregrinando en mi maternidad. . .

Decisiones

Comentarios desactivados en Decisiones

Decidida a saborear la vida… Los sin sabores  ¡que ni se presenten!

Hay que encontrar la razón de ser

Comentarios desactivados en Hay que encontrar la razón de ser


La cuádruple raíz del principio de la razón suficiente.
Todos los aspectos de la realidad se reducen a cuatro clases básicas:

Los objetos empiricos, como una explicación causal

Los conecptos abstractos, como deducción lógica

Los objetos matemáticos como consistencia

El yo como determinación del carácter y motivación.


Determinada
Peregrina.

Fotografía de Wolfgang Suschitzky.

marzo 20th 2012 Joyas de todos los días