Romper los límites para poder trascender

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Vi Cloud Atlas, de Tom Tykwer y los hermanos Andy y Lana Wachowski, basada en la novela homónima de David Mitchell.
Me parece que, más allá de ser una película en la que la edición seguramente tomó grandes momentos de reflexión para poder armar seis historias en una sola, sin perder contextos ni fondo, haciendo que todo se muestre como es: perfecto, demasiado bien a pesar de la imperfección que se pudiera percibir. 

Entre las tantas líneas que se prestan para interesantes reflexiones, particularmente interesantes encontré las que hablan de los límites.

Y es que en nuestra cotidianeidad, tenemos límites en todo y entre todo. Encontré  poético el ejemplo que nos plantean: el límite entre el ruido y el silencio. El ruido y el silencio (como todos los preceptos que vivimos, proclamados o no, conscientemente aceptados o no) son sólo convenciones.  Ataduras que por necesidad de nuestra inevolución vamos buscando para «amarrar» y «contener» nuestras incapacidades.

Todos los límites son convenciones que están esperando ser trasendentales. Uno puede trascender cualquier convención si sólo puede primero concebir hacerlo.

Efectivamente, si observamos la vida de quienes han marcado cambios importantes en la humanidad, claramente nos damos cuenta de que han sido rebeldes que han pasado a la posteridad precisamente porque se han atrevido a cambiar paradigmas, a romper esquemas y convencionalismos establecidos por la sociedad que se maneja por reglas que limitan la libertad; reglas pensadas e impuestas por unos cuantos, esos que codician y mantienen el poder, a cualquier costo, con tal de poseer, o creer poseer la libertad.

Libertad es poder sentir el corazón de alguien, sin contar con la alegría de csu presencia. Cuando así sucede, entonces la separación es sólo una ilusión y la vida se extiende más allá de las propias limitaciones. Esas precisamente que nos causan miedo, por las que cometemos tantos errores.

¿Por qué seguimos cometiendo los mismos errores, una y otra vez? Uno se equivoca cuando no sabe cómo hacer algo y cuando no se tiene el conocimiento, entonces se pregunta a quien lo tenga, se pide ayuda… ¡Ayuda!

Una sola palabra que únicamente puede ser pronunciada si se renuncia al orgullo, si se logra vencer el egoísmo.

Pedir ayuda es muy difícil porque comporta reconocer la propia incapacidad, muchas veces ante quienes, según los propios convencionalismos, pudieran ser menos inteligentes, menos fuertes, menos capaces. Ayuda… qué difícil de pronunciar, porque, generalmere los débiles son carne que los fuertes comen.

Debemos tomar consciencia de que solos no podemos lgorar hacer nada. Somos parte de un todo y como tales debemos proceder.

El ser, es el ser percibido, solo puede conocerse a si mismo a través de los ojos de otros. Más aún, la naturaleza de nuestras vidas inmortales, la verdadera eternidad, el infinito, radica precisamente en la impermanencia de nuestra condición humana que se mueve en el infinito a través de las consecuencias de nuestras palabras y hechos que continuan creando situaciones que generan espacios y mantienen el tiempo en marcha, escriben historia y como tal, acto tras acto son castigados a través del tiempo. ¿Karma? Tal vez.

Aquel que parece más débil es quien más fortaleza posee. Y todo aquel que se considere fuerte y poderoso debe estar consciente que está íntimamente ligado a la debilidad del otro, pues nuestras vidas no nos pertenecen. Estamos ligados unos a otros, a través y más allá del tiempo, nos une la misma vida, del vientre a la tumba, nuestras vidas están ligadas a otros.

Todos nuestros actos tienen consecuencias que afectan y transforman, de una manera u otra, los eventos que les seguirán. Con cada crimen y cada acto de amabilidad estamos creando nuestro futuro. ¿Existe la reencarnación? ¿Existen el cielo, el nivrana? ¿Una vida después de la muerte? ¿Es la clonación una salida hacia el final, o nos permite regresar al origen?

¿Cuáles son las consecuencias de la recreación de un individuo eternamente? 

Una película que despierta infinidad de preguntas, que responde muchas de las que ya se hayan generado anteriormente después de experiencias o están a punto de generarse a partir de estas líneas. Una película que se identifica con quienes se sienten, de una forma u otra, un revolucionario; uno que será siempre rechazado por los poderosos, uno que será único entre las minorías, extraño entre los más diferentes: una gota en un océano sin límites, sin embargo… un océano es una multitud de gotas.

En una nube de pensamientos,
Peregrina.

¿Cuántos?

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Imagino contar cuántas gotas de lluvia caben en mi mano abierta.

Me ilusiona pensar cuántos rayos de luna rozan mis cabellos en las noches que te sueño.

No alcanzo a sospechar cuántos copos de nieve cubrirían mis deseos para lograr enfiarlos.

Quisiera poder contar cuántos haces de luz te bañan y componen tu sombra, cuando te acaricio al amanecer.

Utópica realidad de un alma enamorada.

Peregrina

Espacio vital

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No me gustan las multitudes y no nací para perderme en ellas…

Revelaciones que se dan en el camino.

mayo 23rd 2012 Joyas interiores

Maternidad

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Y un segundo después, nada es igual.   El pensamiento está pendiente, el corazón está observante.   Los sentidos se enfocan y los deseos se parten.    Como si el tiempo no se moviera cuando duerme, como si el tiempo se perdiera cuando se ofende, como si el tiempo se disolviera cuando sus manos que antes cabían en las mías ahora las envuelven y su sonrisa me dice «te amo» con su voz que crece y su mirada que nuca envejece…

Un hijo es el segundo que prevalece amorosamente en el tiempo que se desvanece.

Peregrinando en mi maternidad. . .

Decisiones

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Decidida a saborear la vida… Los sin sabores  ¡que ni se presenten!

Pistis Sophia

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Más de dos mil años de antigüedad, rollos pertenecientes al Códices Egipcios-Coptos Cristianos.   Por alguna razón, cuando la religión oficial del Imperio Romano (350 D.C.) se convirtió en Católica, el Pistis Sophia fue retirado y ahora se lee como enseñanza de algunas comunidades africanas.

Fe Sabiduría, la traducción del griego Pistis Sophia.  Una recopilación de enseñanza que fue revelada por Jesús once años después de su resurrección, no sólo a sus discípulos, sino también a sus discípulas, incluidas María Magadalena, Martha y Salomé.

La Trilogía que presenta el  Pistis Sophia encierra no sólo la Sabiduría del Padre Divino y las enseñanzas del Hijo Divino, sino la calidad Divina del Espíritu Santo. El Espíritu Santo curiosamente enmarcado en en formas femeninas reales de la Madre Divina, la Madre Celestial, la Virgen de Vírgenes, María y María Magdalena.

El Pistis Sophia se compone de 5 rollos en los que se revela algo mucho más grandioso que un universo simplista de 3 niveles: cielo, tierra e infierno; describe el reino de Dios como una estructura compleja dividida en el primer espacio del Inefable, el segundo espacio del Inefable y el tercer espacio del Inefable. Otros reinos se describen como la Tesorería de Luz y las regiones de la «Derecha» y de la «Izquierda».

Se habla mucho más que sólo de ángeles, se especifican varias Órdenes de Luz que habitan estos reinos espaciales. Es verdaderamente un tesoro de enseñanzas, pero sobre todo, un tesoro histórico que debiera ser estudiado por los teólogos al igual que los otros 4 Evangelios y presentados a toda la comunidad cristiana como textos que abren al conocimiento… no como una prohibición que encierra en la ignorancia.

Pistis Sophia, el lado femenino de los Evangelios.  Apócrifo, sí, en el más puro sentido de fabuloso.
Peregrina.

Si te interesa leerlo, aquí encontrarás un PDF Pistis Sophia

La incondicionalidad condicionada del amor

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El amor, ¿realmente puede ser incondicional? No creo, porque observando a mi alrededor, todo el cosmos que me gira en torno, veo al amor como direccional, porque el amor siempre necesita tener un enfoque, siempre se fija en algo y por lo tanto elije, se centra y pone su atención en el objetivo elegido. Es por eso que no se ama todo del mismo modo, al no amar a todo y a todos de la misma manera, el amor rompe límites y encuentra la libertad de ser simplemente amor; elige amar o no. Pero aun en el no amar, continúa manteniendo su esencia de amor condicional.

Al elegir, entonces respeta. No es lo mismo amar que respetar. Y es que, en nuestra realidad, no se puede amar a alguien o algo con lo que no nos identificamos, entonces, lo respetamos y marcamos el espacio necesario para que ambas energías puedan seguir existiendo.

La incondicionalidad del amor no la veo, ni siquiera en el amor más puro, esa energía que se manifiesta como divina… ¡Ni el amor divino es incondicional! Aun en la perfección de la naturaleza, se deja sentir el desamor de la selección, necesaria para la reconstrucción… La energía que rige al universo es condicional: sigue reglas precisas: más que reglas, causalidad y la causalidad impone condiciones, la física, la química, todo sigue reglas específicas que vienen modificadas por la causalidad

La causalidad es resultado y origen a la vez de condiciones. El amor entre dos personas que han elegido amarse en un momento preciso en el que la causalidad del universo les ha puesto frente a frente, ante todo esto de incondicionalidad, causalidad, condicionamiento, enfoque, ¿dónde queda? ¿En la aceptación? ¿En la elección?

Si por alguna razón alguno de los dos amantes, por alguna suerte de accidente existencial o neurológico, se convirtiera en una persona diferente y opuesta a quien siempre había sido, quizás el otro amante seguiría amando la memoria de quien fue su compañero, lo bonito de la relación, pero muy probablemente sería insostenible seguir amando de la misma forma en la que hasta ese momento se amaba. Si fuese contrario a lo que los había unido, el enfoque sería diferente, entonces se tendría que tomar la decisión de cambiar la forma de amar, porque una de las variables, una de las condiciones no era la original.

En las relaciones, el amor se enfoca en las esencias que se van enriquecido mutuamente conforme pasa el tiempo, en la evolución del amor, las condiciones se refuerzan y el amor se fortalece. Son condiciones que varían para bien, para la prosperidad del amor. Si el amor fuera incondicional, no existirían variantes. Pensar en un amor que no cambia, es como pensar en el eterno movimiento, en la eterna juventud.

Realmente el amor que no cambia no existe, como no existe ese movimiento constante sin fluctuaciones que intentaron hacer alguna vez los renacentistas con sus máquinas de movimiento perpetuo.

El movimiento universal quizás (quizás…) sea eterno y quienes analizan el universo intuyen que hay ciclos de contracción y expansión, pero nunca expansión perpetua o contracción constante. Es movimiento con variaciones.

El amor es amor porque tiene la propiedad del cambio, ¿cómo se generaría, cómo se transmitiría si fuera siempre igual, siempre incondicional, constante y sin variaciones? Una madre (el amor que debiera ser incondicional por excelencia) va modificando su amor conforme el hijo va creciendo, conforme ella misma va cambiando con el paso de los años. El amor se modifica, se condiciona y existe pero siempre condicionado por las manifestaciones que el hijo va aportando a la relación, es la relación misma, la convivencia del día a día la que fortifica el amor y lo hace sustancialmente libre, mas no incondicional, pues siempre hay límites que condicionan al amor. Por muy duro que parezca, una madre puede dejar de amar a su hijo si las condiciones de la vida la llevan a esa causalidad, al cambio de dirección. 

El amor es creación, es manifestación, es libertad de expresión… Quien observa y al recibir critica y rechaza, manifiesta la incondicionalidad del amor, pues limita la trascendencia y el cambio del amor que es diferente al que él imagina. Limita la propia libertad de elegir. Quien intenta enseñar a amar, condiciona y quien acepta regirse por las manifestaciones de amor que recibe también se condiciona por elección.

Hay una concepción del amor que no es muy clara en los seres humanos porque idealizan un pensamiento utópico que no aplican. El amor no es incondicional, porque el origen de todo es condicional.

Condicionada por el amor
Peregrina.

Imágenes: Arte de David Adey realizado con fragmentos de fotografías de la piel de diferentes personas.

Bienvenido 2012

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Puedo sentir el frío de estas rocas, su dureza y la ligera rugosidad de su superficie. Admiro sus colores y si concentro mi mirada en las vetas, pericibo que cada una de ellas es diferente de las otras. Puedo olerlas… encuentro todo un bosque escondido en alguna parte de su esencia. Mi pie las mueve y el eco que proviene rompe el silencio del momento. El mundo… La luz… Mis sentidos…

También en la oscuridad más profunda puedo percibir el mundo que me rodea, lo imagino, fabulo y lo preparo para proyectarlo hacia mi interior. Mi parte más oscura, ahí donde se esconden los más delicados secretos de mi verdadero ser, mi verdadera esencia, la que desconozco, ese espacio que busco con vehemencia a cada paso.


Trato de comprender la oscuridad que me ilumina por completo. Primera paradoja: oscuridad que ilumina. Aumentar mi capacidad de comprenderla no es tarea fácil, necesito nuevos sentidos: la voluntad, la perseverancia, la concentración, la introspección, vivir naturalmente espiritual. Los sentidos del espíritu, mucho más difícil adaptarme a usar sólo estos sentidos… Segunda paradoja: lo natural se vuelve sobrenatural y, por lo tanto, inusual.


Vivir lo sobrenatural de manera natural, tal vez así podré notar lo que hay más allá de la luz que me permite ver con los ojos y logre darme cuenta de lo que tiene sentido. Porque todo tiene sentido y va hacia el mismo sentido.

Bienaventuados los que viven cada día intensamente porque viven ya en un maravilloso cielo.

¡Bienvenido, 2012!
Lista para peregrinar en tus días.

No cuento cuántos, solo agradezco cómo

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No se trata de contar cuánto sino de notar cómo. No quiero preocuparme por cuántos, sino pareciar y gozar al máximo cada uno de los cómos.

Creo que fue Pitágoras quien decía que los números son el principio de todas las cosas, las razones matemáticas en que las medidas adquieren sentido y nuestras facultades primarias lo identifican y hacen comprender, teniendo la propiedad de ser los exponentes más elementales y exactos que existen en la práctica. Son principios absolutos en la aritmética, aplicados en la música, magnitudes en estado de reposo en la geometría y magnitudes en movimiento en la astronomía. Un número es una razón, la razón un sonido, el sonido una forma y la forma un movimiento.

Los números no resultan de la abstracción, por el contrario, son circunstancias objetivas a las que les damos cualidades. Pitágoras veía al mundo como un número y en el mundo al alma como polvo de sol… un número infinitesimal del universo. La matemática entonces es lo discreto y lo contínuo, lo absoluto y lo relativo, lo estable y lo móvil, la aritmética, la música, la geometría y la astronomía. Todo parte de un número.

Termino un ciclo y comienzo otro… números que no cuento en secuencia, sino cuento en esencia.

Gracias por la abundancia de cada uno de mis números, cada año de mis años lo tomo ¡seriamente a la ligera!
Peregrina.

La vida ¿tiene un propósito?

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Espacio cósmico, universal… Tantas casualidades, causalidades; tantas posibilidades, probabilidades; tantas curiosidades, atrocidades. Millones de eventos que pueden o no sorprendernos, apasionarnos. ¿La vida tiene un propósito? Enfocar nuestra atención en los espacios vacíos, aquello que percibimos como nada, puede darnos nuevas claves o ideas para crear nuevos conceptos que rompan los paradigmas que hasta ahora no nos han dado respuesta.

Creer que lo tenga o no, no cambiará en nada el hecho de despertar todos los días con el corazón latiendo y la sangre fluyendo a la par de los ideas que se desatan en la consciencia del pensamiento despierto.

La vida per-se no tiene propósito. Es el resultado de la evolución que predispone la vida. Un suseguirse de eventos que crean consecuencias y causas. Pero cada una de esas casualidades y consecuencias pueden darle propósito a quien las descubre. El propósito de la vida puede ser creado por cada individuo. ¿Cuán grande es tu capacidad de crear? Así de grande será tu propósito. La creatividad que nace de la pasión que alimente cada respiro, la decisión que se tome al respirar… con pasión o con desilusión.

La evolución puede aceptarse o no. Nada cambia el hecho de que se trata de una fábula que explicar la vida, el proceso de trillones y trillones de estrellas que explotan continuamente, que nacen y mueren en el infinito que no conocemos porque es inmenso y nos perdemos en la poca importancia que puede tener una estrella entre el pedacito de polvo inter galáctico en el que se da por caput una y otra vez … apareciendo y despareciendo la vida, creando virus, protozoas, bacterias, políticos, proto-humanos, vertebrados, invertebrados y ¡ups! seres humanos.

Y puede haber quien piense que somos la máxima creación del universo, que el ser humano es el propósito de la creación. Pero la realidad es que el hombre no sabe ni cómo ni por qué tiene vida y entonces se crea la magia del propósito espiritual.

Hay muchos universos, como burbujas, con muchas leyes aleatorias… Propósitos por todos lados… Pero la única realidad, el único hecho concreto es que todo lo que hay, existe y puede ser palpado es el AHORA… PRESENTE ES EL PROPÓSITO. Las emociones son inherentes a nuestros mecanismos sociales de supervivencia, a la forma en la que decidimos vivir el presente, o el pasado o el futuro y entonces dejar de vivir con propósito porque sólo al estar conscientes del momento presente se puede notar la trascendencia de la vida, darle entonces un propósito.

No soy yo, es el gen egoísta que lo controla todo … Homo evolutis .. Cambia, crea, decide. Inmortalidad… ¿Necesaria? ¿Deseada? ¿Equitativa? La muerte entonces será accidental, no causal… 

Deja de pensar en Dios por un momento y veamos cómo van las cosas… Difícil para quienes no encuentran respuesta ni aceptan posibilidades más allá del milagro espiritual de la creación divina, sin embargo, nada sucede si dejas de pensar en Dios.  Es un hecho verdadero, pues es la forma en la que miles y miles de mentes viven, con o sin propósito, y conviven con quienes no pueden encontrar respuestas más allá de lo divino y religioso.

¿Qué hay después de la vida? Cualquier cosa que pudiera haber -o no- es algo que está fuera de nuestras humanas vidas. Lo que sí es un hecho palpable es que después de la vida, la tuya, la mía, sigue habiendo evolución, mis hijos, tus hijos, los hijos de los otros. Lo que hay después de la vida no es tú ni yo sino los niños. Los niños es lo que hay, hasta donde podemos comprobar, hay después de la vida, la tuya y la mía.

Entonces … ¡Qué responsabilidad trascendental!  Vivir con tanto propósito como la creatividad y la pasión nos pueda dar, para crear un mundo en el que los niños puedan seguir viviendo, encontrando un propósito su propio propósito para hacerlo. La trascendencia es estar viva hoy… Ni pa’trás ni pa’lante… 

Pero siempre quedará un rincón en el cerebro para pensar que «todos son hipócritas, menos yo»

A la luz de La ciudad de las ideas, Peregrina.