«La creatividad es la expresión del espíritu, la manifestación del pensamiento, la expansión del amor hacia el infinito. La naturaleza es la expresión del gran Espíritu, la manifestación de su Pensamiento que continúa expandiéndose en un deseo constante de armonía y perfección infinita. Somos pensados segundo a segundo. Cada una de las vidas que existen en esta creación siguen siendo imaginadas y creadas a través de esa manifestación-pensamiento.

«Somos libres de actuar y somos dueños de los actos que nos nacen de pensamientos que manifestamos a través de ideas y sueños que transformamos (consciente o inconscientemente) en obras con las que vamos formando los caminos por los que andamos… sin embargo… ¿De dónde vienen esos pensamientos que nos empujan a actuar? ¿De la meditación? ¿De la reflexión? ¿De los sueños? ¿De nuestro espíritu que intercambia ideas con el Espíritu? ¿Será que somos parte de ese mismo pensamiento creador?

«Kismet, destino… ¿sí?»

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Esta entrada la escribí en febrero… una de las primeras que puse en mi ventana.   Copio aquí mis palabras porque… las respuestas llegan, pero de cada respuesta nace otra pregunta.  Ser parte del espíritu que nos ha creado nos plantea un camino todavía muy largo porque la consciencia humana no ha llegado al punto de ser universal, única.  No es que todos debamos ser y pensar lo mismo para poder llegar a tener una consciencia universal.  Mas bien creo que se trata de que cada uno de nosotros logre conectarse con el universo, con esa Consciencia Creadora y creativa de la que nació la idea de nuestra existencia.  ¿Qué juego juega?  Crear primero seres que nada tienen que ver en apariencia con lo que ahora somos, idear una novela tan perfecta en la que cada página es escrita porque le da fundamento a la que le seguirá,  de tal forma, que tengamos que evolucionar hasta llegar a nuestro origen… que no es el que vivimos ahora, sino el que estamos construyendo a través de nuestro diario actuar.

Si fuimos creados (como fue creado lo que vemos y lo que no vemos, lo que nos rodea y lo que está más allá de nuestro alcance y percepción) a partir de la nada por una Energía que en un punto determinado de su existencia infinita tomó  consciencia de lo que Es para manifestarse en algo que encierra su misma esencia pero que tiene que recorrer un camino tan largo como el que hemos venido caminando, aún antes de ser «seres humanos» …  ¿por qué?

¿Cuántos misterios nos faltan por descubrir?  ¿Qué tan largo es el camino que la humanidad como unidad tiene que recorrer para llegar a esa unificación de consciencia universal?

En busca de respuestas, todavía… todavía muy enredada…

Peregrina.