Intentamos reemplazar el misterio con maestría cuando nuestra fascinación se vuelve obsesión y se amplifican las sensaciones, el caos es espléndido en una mente espiritual. La inmortalidad se alcanza cuando se logra el olvido total y la sinfonía de la Tierra suena en las olas que rompen sobre la roca y fluye la vida entre la espuma imponente. El tiempo vuela sobre nosotros y deja su sombra; resucita nuestra maravilla poniendo a prueba nuestra arrogancia. Nos causa asombro y nos damos cuenta de que ¡estamos vivos!
La fotografía es del talentoso fotógrafo frances Willy Ronis (1910-2019) y se titula «Le chat de la consierge» y fue tomada en 1947.
Peregrina en las montañas de mis recuerdos.