El tiempo medido según nuestro tieimpo resulta completamente atemporal si lo comparamos con el tiempo visto desde Saturno, por ejemplo: 365 días para la Tierra corresponden a 10,585 días para Saturno. Para tener un equinoccio en la Tierra esperamos seis meses para disfrutar de espectáculos en algunas partes del mundo que ocurren durante el cénit. Hay quien hace excursiones en marzo y septiembre para ver descender la sombra de Quetzalcoatl desde lo alto de la pirámide de Chichenitzá por ejemplo.
Hoy es día de equinoccio en Saturno. A diferencia de nuestros ciclos de 6 meses para tener un equinoccio, en Saturno hay que esperar 15 años para poder observar el fenómeno que causan los rayos del sol al caer perpendicularmente sobre los anillos de uno de los gigantes de nuestro universo conocido. ¡Se vuelven invisibles!
Para los que podrán observar la desaparición de los anillos de Saturno esta noche será un espectáculo para festejar, tal vez con alguna danza, cantos o besando al ser amado que esté cercano.
Los anillos de Saturno están compuestos por hielo, lunas diminutas, barro y rocas. Miden unos 300.000 kilómetros de ancho, pero son muy delgados: su espesor es de apenas unos diez metros… ¡diez metros para nosotros en la infinita inmensidad del universo es tan delgado o más que una hoja de papel! Por lo que al recibir la luz solar directamente sobre sus bordes se vuelven invisibles al ojo humano-telescópico. Los astrónomos podrán estudiar al planeta sin la capa brumosa que interfiere regularmente… los amantes del cielo podrán participar de una joya del universo: El equinoccio en Saturno.
Pero si no tenemos la fortuna de contar con un telescopio o si nuestro cielo está muy nublado esta noche, la Sonda Cassini, que está estudiando los alrededores de ese planeta, seguramente nos deleitará con fotografías espectaculares como esta.
Mirando el tiempo desde otro tiempo,
Peregrina.