En este mes observaré el milagro de los días se acortan, las puestas de sol que me regalen colores contrastantes con la brillantez de la luna luminosa en un cielo vespertino que no quiere obscurecer del todo, cediendo finalmente el reinado de la noche a la luna de la cebada, o luna del maíz. La luna de septiembre es la Luna de la Cosecha, en los campos los cereales están casi listos para ser colectados; sus cabelleras relucientes saliendo de las hojas verde tierno, danzan al compás del viento para saludar a los rayos de la luna que les dona un hermoso color castaño dorado-rojizo . También en mi interior hay frutos que están listos para ser cosechados: observación y acción. Me gustó la obra de Vincent Van Gogh «Cosecha» para celebrar esta entrada de otoño.
En septiembre el plenilunio renueva la energía. El 4 de septiembre la luna llena prepara la entrada de los días cortos del otoño en el hemisferio boreal. El día 22 inicia el otoño: día noche con igualdad de duración y a partir de ese momento comenzará a oscurecer más temprano y amanecerá más tarde. El gran calor disminuirá lentamente, las tormentas de septiembre lavarán nuestra tierra.
Tiempo de cosecha, de meditación y preparación para renovarnos en el ciclo infinito de la vida que nos da la oportunidad de recrearnos, encontrar nuestro centro y desde ahí conectarnos con la magia que ilumina consciencias.
Los rituales pueden existir o no. Las tradiciones existen para guiar y marcar caminos iluminados por quienes están un paso adelante; sin embargo, la meta es encontrar el propio camino, saber seguir solos, despertar nuestra consciencia y volvernos luz para los que vienen detrás. Necesitamos la energía de las montañas, del mar; de la energía del cielo y la tierra, necesitamos encontrarnos en el centro de nuestro ser y conectar nuestra esencia con la Esencia del Universo, entonces podremos fluir con los secretos de la Vida que fluye en nosotros.
Namastê, Peregrina.
septiembre 3rd, 2009 at 15:05
La luna nunca está llena para mí. Empiezo a estar harto de tanta oscuridad. Habrá una cuarta parte, amiga. Posiblemente mañana. Besos.