La próxima vez que me pese la vida, simplemente cambiaré de lugar. Me pararé sobre ella y levantaré los brazos sintiendo la ligereza de mi espíritu que vuela libre sobre todas las cosas de este mundo. Soy luz, mi brillo viene desde dentro.
Gracias Vida por 45 años llenos de oportunidades para ser feliz, gracias por cada segundo que me has llenado manifestándote en cada palpitación de mi corazón. ¡Lo abro para bendecirte!
¡Levanto mis brazos y me perdono el poste y todo lo demás!
Porque me amo, quiero recorrer todos los caminos que se me presenten,
Peregrina.
noviembre 21st 2009 Joyas de todos los días
noviembre 25th, 2009 at 12:34
a veces es necesario reflejarse en la levedad de la luz para descargar los pesos que nos inquietan…
… un beso, Peregrina
noviembre 26th, 2009 at 15:57
Siempre debemos querernos a nosotros mismos. Sin ese requisito, no podremos dar amor a los demás. Enhorabuena por tu reflexión. Estoy de acuerdo contigo. Un besazo.