¡Ándate por el camino y cúbrete de flores!
¡Permitir que sus colores y perfumes acompañen los pasos y maticen el horizonte al que se dirigen!
Es tan hermoso ver la lluvia de pétalos que caen sobre el cuerpo y sentir como el espíritu se eleva en el gozo del grupo que participa en la ofrenda de amor, realmente se abren las puertas de los sentidos y la vida se contempla desde una perspectiva mucho más luminosa.
¡La dulzura de la caricia de los pétalos de rosa sobre el rostro! La sensación del perfume que baña el aura y entra en el corazón al compartir la energía que emana de cada una de las manos que participan en el círculo de poder.
¡Magia de mujeres que celebran la vida!
Me sorprende pensar que algo tan hermoso es una práctica que no se da con frecuencia, son muy pocas las oportunidades que nos regalamos para compartir detalles como este, platicar con las flores, bailar a los ritmos de la naturaleza y expresar lo que nuestro corazón siente. Tal vez sea porque en prácticas como esta, desnudamos nuestro yo y pensamos que podemos ser vulnerables cuando la verdad es que se fortalece el espíritu.
Cierro los ojos y escucho el secreto que me cuentan las flores, ven… ábrete a la magia.
Peregrina.
abril 18th, 2010 at 8:16
El amor es una bellísima flor, pero hay que tener el coraje de ir a recogerla al borde de un precipicio. (Stendhal)