¡Roma eterna! Roma que me envuelve, me aturde, me conmueve y se mueve a un ritmo que me encanta, me fascina y me empuja en medio del caos al que todos se acoplan armónicamente.
Fluyo al ritmo romano entre gente de ojos perdidos, almendrados, grandes, pequeños, azules u obscuros; ojos que encuentran, que se miran e ignoran; ojos cubiertos de moda o lentes digitales que atrapan el tiempo, colores de pieles y tejidos, modas y momentos.
Prisas locales, pausas turísticas, minifaldas modernas que muestran piernas bellísimas y túnicas largas que cubren religiones precisas. Humo que sube por las escaleras que esperan a la gente que baja y las miradas que suben. Calor que desea fuentes de esquinas en las que se refrescan ricos romanos y pobres gitanos … Ay Roma ¡me encantas!
Caminando por los azules romanos,
Peregrina.
julio 15th, 2010 at 11:05
Qué gozo cuando los ojos de alguien distante se vuelven los ojos de otro, para acercar realidades. Un abrazo!
julio 21st, 2010 at 0:44
Maravilloso texto! Un encanto!
julio 21st, 2010 at 12:58
Hola! Con motivo del segundo aniversario de nuestro blog, queremos regalarte un presente. Pasa a buscarlo al blog del Taller.
julio 24th, 2010 at 7:34
Gracias y ¡felicidades!