Mi abuela seguramente lo habrá leído pero, definitivamente, ¡no era una niña buena!
Me encantaba que me contara la historia cuando, al ser descubierta por su padre, decidió comerse la carta que su novio le había hecho llegar de manera clandestina. Unas noches después, montó un caballo se fugó… Comenzó a escribir mi historia.
No soy una niña buena! ! !
Peregrina.
enero 12th 2012 Joyas de todos los días, Joyas literarias