De repente existen momentos con un extraño intervalo en el que los suspiros se pierden, los pensamientos que nacieron de las miradas mutan en etéreo elixir que empapa el solitario momento; se transforman en un sobrecogimiento del instante que se desvanece, trémulo, como las palabras que se pudieron haber pronunciado o las miradas que tal vez brillaron, o desearon haber brillado en ese instante de resplandor que existió… o existe … o existirá … ahora y siempre. Así se nos va la vida. En trémulos instantes de turgentes deseos.
Peregrina de instantes.
agosto 17th 2014 Joyas de todos los días, Joyas fotográficas