Que sea real o no, que la haya escrito una mujer profundamente enamorada e inmensamente herida o sea el fruto de la mente de un magnífico escritor, poco importa. Me quedo con la sensualidad manifestada en el amor.

Cuando encontré Vita Brevis de Jostein Gaarder me llamó la atención el nombre del libro combinado con los ojos de la mujer en el diseño: una mirada profunda que ve más allá de la brevedad de la vida, una mirada que ha tocado el infinito y sostiene una lágrima que está a punto de desbordarse del párpado inferior.

Se sabe que San Agustín tuvo una concubina con la que concibió un hijo, lo confesó él mismo en sus libros. también se logra entender al leer sus Confesiones que deseara escapar a toda costa de los placeres que el cuerpo le daba en cada una de sus expresiones, nada de eso fue novedad; pero, encontrar la voz de la mujer que causaba el deseo incontrolable de Agustín y con la que aún después de años seguía soñando, a pesar de haber logrado vencer los placeres carnales durante su vigilia, ¡fue para mí una sorpresa inesperada!

En Vita Brevis, se nos presenta una mujer completa: cuerpo y alma fusionados en la perfección de la belleza e inteligencia, de la delicadeza y fortaleza de espíritu. Floria Emilia, una joven cartaginesa, erudita, seguidora de los padres de la filosofía, cautivó a Agustín no solo por su belleza e inteligencia sino por la capacidad de transmitir la sensualidad en cada respiro, con cada uno de sus movimientos, en cada palabra, con cada mirada.

>>“¡La vida es tan breve Floria!»  Me agarraste con fuerza la mano, como si hubieras decidido no olvidar nunca ese momento, y entonces oliste mi pelo. Notaba tu respiración en mi cuello mientras soltabas mis cabellos y los olías. Era como si quisieras introducirme dentro de ti, como si mi hogar lo contuvieras tú dentro. Creí que ese acto significaba que querías que permaneciéramos siempre juntos porque nuestras almas se habían fundido<<

En su gran deseo por convertir a su hijo al cristianismo, Mónica es presentada como una madre sobre protectora y castrante. Son varias las frases que Floria lanza con una exquisita ironía reprochando a Agustín no solo el haberla abandonado complaciendo los deseos de su madre, sino haberla despojado de Adeodatus “regalo de Dios” su hijo de 12 años.

Vita Brevis es una larga carta escrita desde el corazón herido de una mujer que amó con magnificente sensualidad y total entrega. Las frases de las Confesiones de Agustín entrelazadas con los pensamientos de Floria, dejan entrever que más allá del amor corporal se puede llegar a la unión de las almas, logrando el Mahamudra que mencioné hace algunos días.

“La vida es tan breve que no podemos emitir juicio de culpabilidad alguno sobre el amor. Primero debemos vivir, Aurelio, luego podremos filosofar”

Entonces … carpe diem.

Floria. Peregrina en el camino andado.