Primera Luna llena de diciembre

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luna llena diciembre

Primera Luna llena en este mes de diciembre. Luna Fría. Luna de la noche larga. Luna antes de Yule.   La fiesta del Yule es celebrada el 21 de diciembre, día de solsticio de invierno, el momento en que la noche es la más larga del año.   Yule es un momento propicio para meditar sobre la oscuridad.   Es un tiempo de introspección para descubrirnos … momento de Swadhaya en el que podemos observarnos a nosotros mismos y descubrirnos.

Esta Luna llena mi danza fue distinta, cambié los velos por un tapete y en esa conexión entregué mi práctica de yoga esta noche frente a la Luna que brillaba pura y resplandeciente reinando en el firmamento. No había nubes y las estrellas se doblegaban ante su luz mientras suavemente las palmeras y los árboles que me acompañaban danzaban al compás del viento que tocaba mis pensamientos enfocados en Swadhaya… entrar en contacto con la Sabiduría, leer, buscar en la meditación esa conexión con mi propia realidad.

Un reto muy hermoso que propone este solsticio: soltarse a la gracia y encontrar las respuestas dentro de uno mismo abriendo el corazón. Vivir la compasión como una entrega de amor incondicional comenzando por uno mismo para poder irradiarlo al mundo que nos circunda.

Rayos de Luna llena, para ti que me lees
Peregrina

Agradecer

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Simplemente Agradecer.

Decir gracias es hacer magia, es convertir en amor la acción de recibir, no importa lo que haya sido.Gracias

Porque es una acción necesaria y profunda para completar ciclos: no antes de que termine la acción porque quien da no ha saciado su necesidad de darse, ni quien recibe ha completado la recepción del don en su totalidad.

Qué importante y necesario agradecer lo que se tiene sabiendo que pudiera no existir, agradecer lo que se ha tenido porque nos ha hecho lo que ahora somos… Agradecer lo que se tendrá pues se enriquece la fe y se construye el camino para crear las condiciones de recibir en abundancia lo que necesitemos en el momento preciso.

Agradecer es la extensión del amor, es el retorno de la gracia, es el germinar de la semilla sembrada, agradecer es despertar del que recibe y energía que impulsa a seguir dando para quien ha donado.

Gracias
Peregrina.

noviembre 28th 2009 Joyas de todos los días

¡Me perdoné el poste!

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Me perdoné el poste

La próxima vez que me pese la vida, simplemente cambiaré de lugar. Me pararé sobre ella y levantaré los brazos sintiendo la ligereza de mi espíritu que vuela libre sobre todas las cosas de este mundo.  Soy luz, mi brillo viene desde dentro.

Gracias Vida por 45 años llenos de oportunidades para ser feliz, gracias por cada segundo que me has llenado manifestándote en cada palpitación de  mi corazón.  ¡Lo abro para bendecirte!

¡Levanto mis brazos y me perdono el poste y todo lo demás!

Porque me amo, quiero recorrer todos los caminos que se me presenten,
Peregrina.

noviembre 21st 2009 Joyas de todos los días

A un par de noches de mi cumpleaños…

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¡Me regalé un poste!

Hace 5 años me obsequié una pierna enyesada. Anoche fue un poste. Curiosa casualidad.

Ayer amanecí sintiendo que la vida me pesaba, era como si todos y cada uno de los 16,423 días que he estado presente en este planeta se me hubieran subido a la espalda. No es que me quite el sueño aumentar el número de mi edad, al contrario, me gusta la forma en la que he ido evolucionando; sin embargo, hay momentos como ayer en los que los pequeños detalles pasan de banales a trascendentales y me enredo con ellos de forma realmente irracional.   Me reconozco inmediatamente y sin embargo me permito seguir en esa línea. Absurdo.

El caso es que, estando en esa actitud, me suceden cosas poco deseables y mientras más profunda es la insipidez que le encuentro a la vida en esos momentos y más importancia le doy a esas trivialidades, la capacidad de concentración se va perdiendo. A tal grado que atraigo los accidentes.

Lo absurdo y abstracto toma forma y se convierte hecho.   Un segundo bastó para que estampara la camioneta contra un poste de concreto que fue absolutamente ignorado por mi mente: simplemente no lo vi cuando entré al cajón de estacionamiento y mucho menos al tratar de salir de él.

Me regalé un poste

Dejé de estar en el momento presente pero el maravilloso estallido, un tronido seco y grave seguido inmediatamente por una lluvia de cristales en apresurada caída sobre el pavimento… (me encantó ese segundo, realmente lo gocé). Fue tan rápido, tan intenso que volví a caer sobre el presente y tome consciencia de todo lo que había vivido, lo que sucedió y el por qué sucedió. Lo banal volvió a serlo y lo trascendental retomó su lugar.

Llamar al ajustador, aceptar la responsabilidad de mi impericia y seguir con cada una de las consecuencias que ésta me ha traído.

Ahora suspiro. Estoy en el proceso de perdonarme… me cuesta eh, que me cuesta.
Peregrina.

 

Deseos que evocan … placeres que envuelven

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deseos sin color

Hay placeres que son esperados porque el deseo los contempla lejanos y soñamos con el momento de volver a sentir nuestro cuerpo vibrar al compás que marcan sus deleites.   Son placeres secretos, a veces solitarios, a veces compartidos.

Puede no parecerlo pero esta entrada fue inspirada por Moussa Ag Assarid, tuareg independentista que fue entrevistado por el periódico español «La «Vanguardia» >>Tengo unos 40 años, desconozco la fecha de mi nacimiento. Soy tuareg, nací en el desierto del norte de Mali y vivo entre París y El Azawad. Tengo catorce hermanos. Estoy casado y tengo un hijo de dos años. Soy demócrata. Soy musulmán. Mi pueblo busca la independencia.<<

Hay placeres que se tienen sin saberlo, se gozan sin vibrar, son tan cotidianos que no se esperan y el deseo por tenerlos ya no invade nuestro ser ni cautiva nuestro pensamiento.Hay seres que evocan placeres… y placeres que evocan seres.    Hay placeres olvidados que se tienen sin desearlos.  Lo que para mi pudiera ser un placer adormecido, cotidiano para alguien más pudiera ser lo más deseado y esperado… la causa de los sueños y razón de su esfuerzo.

AlmaTadema-Costumbre FavoritaComprar un gel de baño es para mí el comienzo de uno de los placeres más cotidianos.  Me paseo frente a los estantes de la perfumería y veo los envases, me encanto con la forma en la que tratan de seducirme y me dejo motivar por el color de sus diseños antes de que mis manos lleguen a abrir la tapita que dejará escapar su esencia … flores de azahar, miel, verbena, té verde con jazmines, rosa de cien pétalos, romero o bergamota… esos son los aromas que más me encantan… cierro los ojos y mi imaginación me guía por el sentido del olfato y evoco el momento en que tocarán mi piel deslizándose como espuma suave mientras mis manos acarician todo mi cuerpo.

Entonces lo compro mientras la mirada del vendedor siente mi sonrisa que envuelve todo mi deseo… me gusta sonreír cuando compro algo porque le doy un sentido diferente al ser de quien me lo vende… por un instante somos cómplices.Un ligero movimiento de mi muñeca abre el grifo que deja escapar, como si fuera a existir por siempre, el líquido más valioso que en este universo exista y que por cotidiano ha dejado de ser un deseo bendecido: Agua.       Agua que me moja, me lava, me acaricia purificándome… bendiciéndome.  Agua que me regala la maravillosa oportunidad de acariciar mi cuerpo con esencias y sentir el revitalizante descanso.  Soy agua y es por eso que al entrar en contacto con el agua siento la vida.

También Moussa Ag Assarid es agua y sin embargo, lo que para mi es un placer cotidiano y por lo tanto olvidado, para él ha sido durante toda su vida el tesoro más anhelado “Después, en el hotel Ibis, vi el primer grifo de mi vida: vi correr el agua… y sentí ganas de llorar.”

 

Oasis_en_el_desierto

¿Qué mundo es este en el que el anhelo más profundo de un hombre azul es un acto cotidiano de millones de hombres incoloros?

¿En qué momento dejé de vibrar por el placer que me produce el toque del grifo de mi bañera?   ¡Las gotas de la ducha que caen sobre mi cabeza!  Bendiciones una tras otra sin ser apreciadas…   Leer la entrevista que el periodista español Víctor M. Amela le hizo al tuareg Moussa Ag Assarid me hizo recapacitar sobre tantas y tantas pequeñas cosas en mi vida que he dejado de bendecir.  Todos los placeres cotidianos que he dejado de agradecer.  Tantos sucesos que por ser costumbres he dejado de ansiar.

Nos olvidamos de bendecir lo cotidiano.Desde hoy quiero bendecir y agradecer el primer respiro al abrir mis ojos cuando despierto, un beso al amanecer, el pan en mi desayuno, el agua que me acaricia, el saludo del salto de mi perro, la sonrisa de mi hijo, el verde del limonero al abrir la puerta de mi casa, el azul del cielo que me cobija, la gente que pasa con prisas… el amor que me llega desde todas partes… ¡La Vida que vive en mí!  El sueño que me acompaña bañada de luz de luna y brillo de estrellas,  hacia un nuevo amanecer

¡Gracias!, bendigo este segundo en que tus ojos me acompañan.
Peregrina.

Aquí la entrevista completa: Tú tienes reloj, yo tengo tiempo
Moussa-ag-assarid

No sé mi edad: nací en el desierto del Sahara, sin papeles…!

Nací en un campamento nómada tuareg entre Tombuctú y Gao, al norte de Mali. He sido pastor de los camellos, cabras, corderos y vacas de mi padre. Hoy estudio Gestión en la Universidad Montpellier. Estoy soltero. Defiendo a los pastores tuareg. Soy musulmán, sin fanatismo

¡Qué turbante tan hermoso…!
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Luna llena de noviembre ~ Requiem para una niña

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Luna y ruinasLuna de noviembre… llena y luminosa, las primeras noches frías se ven iluminadas por su belleza mientras los vientos van cambiando día tras día.  En la tradición ancestral los nombres de la luna llena de noviembre van asociados precisamente con el cambio de clima y se le conoce por eso como Luna de Escarcha o Luna de Nieve.

Este año coincidió con la noche de muertos y mi relación con la Luna Llena tomó matices contrastantes entre el brillo de su luz y la oscuridad de las sombras de la selva del parque en el que pasé ese fin de semana.Por cuarta ocasión se organizó el Festival de Vida y Muerte en un lugar de la Riviera Maya llamado Xcaret… la fusión de la vida con la muerte, la aceptación de la muerte como parte esencial y necesaria de la vida… los ciclos mágicos que transforman por medio del dolor de la transición… dolor del desapego… el desaparecer del ego.

Entre colores, sabores, olores… la intensidad de los sonidos de tambores tan profundos como la oscuridad del cielo cuando la luna se oculta tras las nubes que no tardan en alejarse de ella para dejarla reinar entre los vivos e iluminar el camino de regreso de los muertos. Ofrenda a una niña

Una plegaria que acompañe el miserere de quienes lloran la desaparición de los egos que han logrado desapegarse, una plegaria de gloria para las almas que en el desapego brillan en lo más oscuro de la profundidad de la vida:  la muerte.

Réquiem aeternam dona ei Domine.
Et lux perpetua luceat ei.
Requiescat in pacem.
Amen.

Hoy murió una niña que no supo sonreir… hasta ahora. Eterna luz para ella,
Peregrina.

El Círculo Mágico

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Un cuento de Barbara M. Joosse

mariposas-monarcaExiste un bosque en Michoacán, México, donde, desde Canadá, llegan a invernar las mariposas monarca. Cada otoño, millones de ellas aterrizan para descansar en los árboles de oyamel, alimentarse con el néctar de las plantas y abanicar sus alas al sol. En primavera, emprenden el viaje de regreso. Este lugar se llama El Círculo Mágico.


Recuerdo el día en que las mariposas se fueron. Eran del color que tiene el sol en las montañas al atardecer. Cubrían los pinos de oro. Eran tantas que las ramas de doblaban con el peso. Cuando alzaron el vuelo, el susurro de su aleteo era como el ruido que hacen unas enaguas al caminar. Ese fue el día en que murió mi abuela.

Mi abuela era mi mejor amiga. Cuando hacíamos tortillas, cantábamos nuestras canciones favoritas. Mi abuela aplanaba y extendía la masa en un gran metate, hasta que ya no quedaba grumo alguno. Yo tenía un pequeño metate junto a suyo. Cuando la masa estaba lista, echábamos las tortillas al comal.
Todas las noches cuando mamá me acostaba yo oía monstruos que se arrastraban por el piso. Chasqueaban los dientes y cuchicheaban mi nombre. Jalaba las cobijas para taparme hasta la barbilla, pero los monstruos seguían con sus chasquidos y cuchicheos.
Le gritaba a papá. Él me decía, “tienes que ser valiente”.

Llamaba a mamá. Ella me decía, “tonterías, no hay monstruos”.

Pero mi abuela recargaba su escoba en la cama y se recostaba junto a mí, con su olor a nixtamal y rosas. “Si los monstruos se atreven a venir, los echaré con mi escoba” me decía.
Cuando la abuela estaba junto a mí, ningún monstruo chasqueaba los dientes o cuchicheaba mi nombre.

En invierno, a la abuela y a mí nos gustaba visitar el círculo mágico. Nos sentábamos en la hierba y dejábamos que las mariposas nos cubrieran de oro. Las dejábamos batir sus alas en nuestros hombros y cosquillear nuestros brazos con sus patitas.

Una primavera, la abuela adelgazó como el humo. Ya no hacíamos tortillas, siempre estaba cansada. Dijo, “pronto llegará el momento en que las mariposas se irán”. Ven conmigo al círculo mágico a decirles adiós”.

Era un día nublado y las mariposas se apiñaban en los oyameles. Estaban con sus alas plegadas, quietas como piedras. Una de ellas yacía en la tierra. La tomé en mis manos y soplé mi aliento tibio sobre de ella. Agitó sus alas y se echó a volar.mariposamonarca

“Cierra los ojos,” dijo la abuela. “¿Todavía sientes a la mariposa?” Yo asentí con la cabeza. Aún sentía un cosquilleo en el brazo.

“Es porque ellas se llevan las almas de los antepasados y los antepasados nunca se van del todo”.

Entonces salió el sol. Las mariposas emprendieron el vuelo y el cielo se cubrió de oro.

En unas cuantas semanas, todas las mariposas se habían ido. El círculo mágico estaba vacío. Ese día, mi abuela murió.

Papá me llevó al círculo mágico y lloramos juntos. Me dijo que cuando quieres a alguien, nunca se va del todo. Pero las mariposas se habían ido. Él dijo que regresarían, que siempre regresan. Pero yo ya no sentía ningún cosquilleo en el brazo.

Esa noche, los monstruos se arrastraban debajo de mi cama y cuchicheaban mi nombre. Yo temblaba, sola bajo las sábanas. ¡Quería a mi abuela! Recargué su escoba en la cabecera y hundí la nariz en su almohada. Al principio pude oler a nixtamal y rosas, pero después de un rato el olor se había desvanecido. No había nadie entre los monstruos y yo.

rosa-rosadaTerminó la temporada de las rosas y comenzó la de las cempazúchitls.

Era la temporada en la que se celebra el día de muertos, cuando recordamos a los que se han ido. En el mercado, compramos veladoras y pan de muertos, decorado con huesitos cubiertos de azúcar. Mamá escogió una bolsa de naranjas y cuando las olí sentí que la nariz me picaba. Yo compré una calaverita de chocolate y azúcar.

Después de la comida, papá puso la ofrenda. Mamá colocó  veladoras, naranjas y una foto de la abuela. Recargué su escoba en el altar y adorné la mesa con maíz y pétalos de rosa. Cuando empezó a anochecer, la luz adelgazó como el humo. Mamá encendió las veladoras y sus llamas despejaron las sombras.

Papá dijo: “me acuerdo de la abuela”. Mamá dijo: “recuerdo que ella me enseñó a cocinar”.
También traté de recordarla, pero parecía que estaba lejos, muy lejos. Toda la noche, las veladoras iluminaron la ofrenda. Me dormí con el olor a maíz y rosas.

En la mañana, fuimos caminando al cementerio. Todos los vecinos estaban ahí limpiando las tumbas de los antepasados y adornándolas.  Yo puse flores en la tumba de mi abuela y me comí la calaverita de chocolate.

Los vecinos alborotaron el cementerio con sus canastas llenas de comida, con flores, historias, y música. Un señor cantó las canciones favoritas de la abuela. De repente, vi un pequeño parpadeo en el cielo. Era una mariposa.

Pronto las tumbas y las cruces estaban cubiertas de aleteos dorados. Una de las mariposas se posó en mi brazo. Abanicaba la luz del sol con sus alas y me hacía cosquillas en el brazo con sus patitas.

Entonces me dije: “recuerdo que la abuela era valiente. Ahuyentaba monstruos con su escoba. Recuerdo su olor a maíz y rosas. Cantaba canciones y hacía tortillas y cuando me llevaba al círculo mágico realmente estaba lleno de magia.”

La mariposa batió sus alas y alzó el vuelo.

Cerré los ojos. Todavía sentía el cosquilleo. En mi cabeza escuchaba las canciones de mi abuela. Olía a nixtamal y rosas.

Ahora podía recordar a la abuela.

 

MARIPOSAS MONARCA

Las mariposas monarca invernan en las montañas de México. Se alojan en los bosques de oyameles, una variedad de pinos, para acumular energía que les permitirá emprender el regreso hacia el norte. Hay trece reservas para su protección en el territorio mexicano en donde cada año se alojan trescientos millones de mariposas.

La migración anual comienza en Pascua, cuando las primeras mariposas abandonan México.Siguiendo las corrientes de los vientos llegan a Texas, donde desovan en el reverso de las hojas de algodoncillo. Todas las mariposas madre mueren, dejando hasta cuatrocientos huevos que se abrirán unos días más tarde. En dos semanas, la oruga, que habrá ganado tres mil veces su peso de nacimiento, teje su capullo y se transforma en una mariposa.

capullo monarcaEsta mariposa continuará su viaje hacia el norte y comenzará el ciclo huevecillo-oruga-mariposa una vez más. Este ciclo se repite cinco veces, cada nueva generación vuela todavía más hacia el norte hasta que la quinta generación llega a la frontera de Estados Unidos y Canadá. Finalmente, esa quinta generación abandona su hogar en el norte y vuela hasta más de dos mil millas para volver a México.

¿Cómo es que las mariposas nacidas en Estados unidos encuentran su camino de vuelta a México, un lugar donde nunca han estado? ¿Cómo logra volar tan lejos un insecto tan delicado? ¿Cómo llegan exactamente al mismo lugar, cada año, en la misma fecha? Los científicos estudian estos misterios etiquetando a las mariposas con pequeños dispositivos adheribles para registrar sus movimientos.

Cada año, las mariposas monarca regresan a México durante la temporada de muertos. Mucha gente cree que llevan las almas de los antepasados, los parientes difuntos.

Yo creo en la magia y celebro los ciclos que de ella nacen.
Peregrina.

 

De Profundis

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Me pareció tan hermosa que no puedo esperar a que amanezca para ponerla como una joya de mi ventana en esta noche de Luna Llena.   Una Luna Llena que se ha encargado de iluminar la vida entre un sin fin de manifestaciones artísticas sobre la muerte, todas particularmente geniales en su género, pero sin duda ésta ha sido la obra más hermosa de la noche en el Festival de Vida y Muerte de Xcaret. Una historia de mar que se me presenta frente al mar… tengo mucho sueño… no puedo escribir más… no hace falta…

Hasta los Huesos

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Aquí un cortometraje de René Castillo, musicalizado por Café Tacuba.  La Catrina toma prestada la voz de Eugenia León que interpreta una bellísima versión de «La Llorona».

Parecerá macabro, tal vez irreverente. La magnitud de la tradición del Día de Muertos en México atraviesa fronteras en la creatividad y mezcla olores, colores, sabores, sonidos, texturas… todos los sentidos que nos hacen darnos cuenta de que estamos vivos para poder percibir a la muerte en su máximo esplendor.

La Luna – Jaime Sabines

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Me queda muy claro que debe tomarse en dosis precisas y controladas … pero ¿quién puede decir cuál es la dosis precisa? ¿Cuánto podría ser un exceso?  Cuando estamos condenados a vida deseando la muerte porque la necesidad de vivir intensamente no nos cabe en el cuerpo, cada cucharada de Luna es elixir que nos ayuda a despertar con una sonrisa en el alma.  Los encuentros con la Luna me recuerda que si ella cada noche resplandece con luz ajena, con mayor razón yo puedo brillar con mi luz propia cada día, entonces cierro mis ojos y me abandono a los sueños que se acurrucan entre mis párpados.

Siempre pongo una hoja tierna debajo de mi almohada, para mirar lo que quiero ver,
Peregrina